Preciosos versos, donde el amor es exaltación y placidez al mismo tiempo. Me ha gustado mucho, vaya, por tanto, mi más cálida felicitación.Carmen Pla escribió:Era mi mismo reflejo,
la misma garra que me mide
en las prisiones de mi alma,
el desconcierto cautivando
arrasando los restos de miradas,
un acuerdo de advertencias en un mullido sueño;
como una estampa clavada sin sacrificio
en un altar de fragancias liberadas,
era como un humilde pastor de montes
limpiando mis ojos arrullados en canciones,
era la ausencia que siempre halló
un filtro en mis manos,
y un abandono en mis calles.
¡Era un hombre tan apuesto!,
que sus labios tenían destellos
sus palabras eran nobles caricias
y su corazón era un molde
que me iluminaba,
me quitaba las serpientes de mi valle
me prodigaba con sus risas,
era mi gema del suspiro satisfecho
una recompensa alabada, una gota,
que escuchaba renegar el espectro de un sueño
abrigando mis sentidos siempre al borde,
cuando sus labios rozaban los míos.
¡Era un hombre tan apuesto!,
que aún me salpican sus elevadas alas:
me hace danzar en torno a las sirenas
encierra mi cariño en gotas de rocío
y sobre mis labios sale a recibirme.
Cuando la noche duerme
con sus cadenas dolorosas,
el temor de mis pensamientos
son los rivales,
de toda mi ciudad callada.
Un fuerte abrazo.