Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Gracias, querida amiga, Curra, por loar así... tan generosamente mi poema. Te quedo reconocida.curra anguiano escribió:Mi muy querida Begoña, que amor mas tierno, que lírico y claro esta se monta en las alas del silencio. Pero que bien escribes.
Mil besos y mil gracias
Curra
Begoña Egüen escribió:
Amor ,no te comprendo,
vienes con tu silencio a mi esperanza.
¿Mi sueño se quedó tal vez dormido
allí, donde adormecen las palabras?
Te anhelo tanto y tanto
que no quiero quedar abandonada.
Quiero gritar tu nombre,
soñando con que habitas en mi casa,
para llenarme de tu amor sagrado,
y quedarme en tu edén, enamorada.
Gracias infinitas, estimado amigo, Óscar, por tus amables palabras. ¡¡¡ Siempre generoso en tus expresiones!!!Óscar Distéfano escribió:Me has sorprendido, querida amiga. Veo un poema donde demuestras un crecimiento admirable. El poema es un derroche de sensibilidad amorosa con un ritmo perfecto. Mis felicitaciones.
Un abrazo grande.
Óscar
Te agradezco, estimada amiga, Carmen, tu paso amable por mis letras.Carmen Pla escribió:Apasionado y romántico poema.
Un placer de lectura, Begoña
Abrazo
Gracias, estimado amigo, Manuel, por tus atentas palabras.Manuel Alonso escribió:Hermoso Begoña, un placer amiga y un abrazo.
Me complace, estimada amiga, Ana, que haya sido de tu agrado mi poema. Muchas gracias, por la deferencia que has tenido de comentar.Ana Muela Sopeña escribió:Un poema lírico lleno de aciertos poéticos, Begoña.
Tu silva asonantada me ha encantado en fondo y forma.
Belleza, sentimiento y perfección formal.
Felicitaciones
Un beso grande
Ana
Gracias, querida amiga, E.R.Aristy, por tus generosas palabras.E. R. Aristy escribió:Begoña Egüen escribió:
Amor ,no te comprendo,
vienes con tu silencio a mi esperanza.
¿Mi sueño se quedó tal vez dormido
allí, donde adormecen las palabras?
Te anhelo tanto y tanto
que no quiero quedar abandonada.
Quiero gritar tu nombre,
soñando con que habitas en mi casa,
para llenarme de tu amor sagrado,
y quedarme en tu edén, enamorada.
Oh! Begona, que delicia este esplendoroso poema! Un abrazo, ERA
