seguro, mañana, al otro o el tilo sabrá cuando,
pero lo haré.
Ahora, válgante estas deslabazadas letras,
comprenderás que no tenga el cuerpo para tangos,
vengo de dejarte allí, junto a papá.
Porque te fuiste de la mañana a la noche,plas, sin más
¡ y míra que me lo olí ¡ y míra que subi dos poemas a tí,
y tú, plas, dejaste de comer chocolate
y ¡ plas !,
te fuiste, así,
ayer,
sin ir más lejos.
Y míra que no estabas malita ni nada ¿eh?
dijiste , ¡hala, ya me he cansado¡
y soltaste tu osito y
¡plas¡
te has ido...
tan así,
junto al año.
Tánto te quiero, cacaculopedopis
que me ahogo.
Despúes volveré y te diré más cosas guapas,
Cuando me desahogue de esa ola tan tsunami que me ahoga.