Ya lo decía mi abuelo el Conde Torremendo: "Hijo, no te empeñes, es empresa imposible ayudar a las plebeyas, son testarudas y no se dejan redimir; confunden el tocino con la velocidad aunque por caridad debamos intentarlo como dijo Jesús: Polvo son y algunas se lo merecen, porque carne y el pensamiento no hay que confundir ". Las alturas, los aviones están hechos para otras sensibilidades, los que vemos el mundo desde la distancia para poder sacaros de vuestras dudas. Para que el árbol no os impida ver el bosque.Tigana Nelson escribió:¡Qué aburridas son las alturas, Don Armilo! Sobre todo para los que tenemos vértigo. Por allí arriba corre una aire tan místico que aburre al más pintao. Además que en cuanto pueden, los de arriba gustan de visitarnos. Su ambiente está tan encorsetado, tan limitado a las costumbre y modas que no disfrutan del libre albedrío.
A mi me da miedo esa idea de una nueva diosa. ¿Surgirán nuevos profetas? ¿Nuevos catecismos? ¿Cómo será el nuevo Padrenuestro?
Que os vuelvan locos a vosotros me parece bien. Pero que con vuestras manías de inventar Bíblias nos volváis locos a los demás, me parece una pasada.
Dame un campesino anarquista y para ti los reyes.
Cada uno está donde tiene que estar para que el mundo fluya correctamente. Nuestra obligación es mandar y ser servidos, el anarquismo es una política de cavernas heredada de los australopitecos que, siendo buena gente, adolecían de gusto en el comer y en el vestir.
Las que no están acostumbradas a bragas las costuras le hacen llagas.
Un beso.