venteando la llegada.
Soy milano, tilde excluída del Eiger,
nazco ahora, como un geiser que explotara en mil aullidos
astillando la corteza de la tierra.
Soy ventisca azotada sin piedad por el asombro,
¡ qué de nada surge el viento !
es atea la mentira y el dolor lo placebeas
con la vida paralela que te bebes como un limón sin azúcar.
Y de nuevo me tatúo el Carpe Diem,
quiero aspirar el aroma que rezúman los tendones,
ser de frente y no dar la razón a Pessoa.
( Es que de vez en cuando la impotencia te hace "pupa" y sueltas la palabra y haces tuyo o pretendes, el Carpe Diem, llueve a mares en Alicante en un quince de Junio de dos mil diez y me gusta)