Bruno Laja escribió:A mí se me ocurre que el refugio interior es errante. Pero la puerta puede traerse con la respiración. La respiración amasa el mundo hasta segregar su peso. Lo interesante sería llegar ahí donde el refugio no es necesario. A mí me parece muy reveladora la última estrofa, y voy a decir una cosa peregrina de esas que yo digo casi siempre, pero hay que considerarlo como algo extrapolado, una superposición de contextos: me recuerda a las experiencias de quienes han estado a punto de morir y vuelven, agitados, cabreados, bañados de una nostalgia súbita. Me gusta pensar que a diario regresamos de una experiencia así, y el tiempo que se tarda en compensar escalas y proporciones es salvaje y lleno de dolor, como si uno se pariese a sí mismo y diese un grito que espantase a los pájaros posados sobre los cables eléctricos. Les da más miedo el grito que la electricidad. No sé cómo lo hacen, a lo mejor poque saben lo que es el grito, y no saben nada de la electricidad.
Abrazos, Carmen.
Sí, Bruno, estoy familiarizada con la respiración, hace mucho, mucho que practico cada día la relajación, para abrir esa puerta.
Tu comentario me recordó a un poema inmenso de Chantal Maillard que me gusta mucho;
Intermedio
Entre una imagen tuya
y otra imagen de ti
el mundo queda detenido.
En suspenso. Y mi vida
es ese pájaro pegado al cable
de alta tensión,
después de la descarga.
De "Lógica borrosa" 2002
Muchas gracias, Bruno, por estar.
Un abrazote grande, grande.
Carmen
La primera tarea del poeta es desanclar en nosotros una materia que quiere soñar.
Gastón Bachelar.