como una pelota,
pero resulta difícil porque sólo hay hueco para su ombligo.
O puede hacerlo en triángulo,
peigroso pues los tríos
disputarán las posturas de sus vértices
entre isósceles y escalenos.
Se declinan mis apetencias hacia el enamoramiento Orcheliano
y así,
apuntalar mis raíces en vocales,
atraer las consonantes
y copular LA PALABRA.
(¡ Pobre Orchell !! ¿Quién le iba a decir a él que esta mediterránea sacaría algo de sus teorías ?