J. J. M. Ferreiro escribió:I
El que sustrae parte de la luz
la devolverá en fuego esplendoroso
o en liviana respiración.
Es un gran disparate
la circunstancia de estar vivo:
Calientas tus cristales.
Enciendes tus ideas en todo material.
E intuyes de la muerte.
Pero te es un arcano lo vivido.
En un arco de fuego a los pájaros llamas
y gris, humo feroz, eres una traición,
un vago pez de helio.
Coronado de desafíos,
las manos en las sienes,
eres aquel testigo del silencio
con todas sus mareas levantadas
—la luz encandeciendo la carne de la vida.
Condenas la mirada a ruidosos colores,
a sombras sustraídas al olvido
¿absurdo?
no,
el olvido no es más
que una presencia deshuesada:
de un verso o de un labio,
de un denso aroma a carne dulce
renace el basamento de lo vivo
—del agua hacia sus fuentes.
II
Sé de la muerte y sé del mar:
anónima prisión sin límites,
tiempo anular
contra sí mismo aniquilado.
Surge de las gradas del mundo.
Se ahonda. Se divide.
Habita los vacíos del alma: su raíz
y el nido del espejo
que arranca el germen de las formas,
el reflejo que absorbe su arrebato.
Se olvida el mar
para atrapar su horizonte antiguo
que es memoria del viento,
y que es un ala
o aquella rosa sumergida.
Esplendorosos versos que siguen una trayectoria de mariposas, de vuelos en la erratica felicidad del viento, se posan tus versos en la rosa del subconsciente. Un deleite leerte estimado

J. J. Ferreiro.
