
Hay girasoles nacientes desde adentro del océano.
Delirios que sufragan un pasaje de ala delta espiritual.
Se aman haciéndose arrumacos los paraguas del olvido.
Y yo que no te suelto más.
¡Ni lo pienses corazón!
Hoy quiero desayunar con el hilo del cable carril
Que me sirve de copos de maíz y leche malteada
Y me derrama por las nubes
Como vómito de sol.
Hoy, quiero trepar al invernadero de la costumbre.
Dejarme abrazar por el enjambre rocoso de la rutina:
Acantilado de mis neuronas
que estiran el puente entre lo aparente y lo real.
Y tras un supuesto desdoblamiento del tiempo,
ya en otra dimensión,
lo llamaré a Bretón y le comunicaré
Que he encontrado la forma de hacer gráficos mis deseos
Reprimidos.
Él, sabrá darme su OK.
Y quien diga que de esto se trata la locura,
se equivoca, solo es un raptus:
Libertinaje onírico o ¿Verdad?
La razón se me sonríe, seguramente, contenta.
Por mi lógica paradoja.
Nada me intimida.
Ni siquiera esa sombra de mi soledad.
Soy mi corazón
Entre la arena y la espuma, una concha bivalva
que se abre y germina
enterrándose con su pulso profundo...
Aleluya, el huevo de la vida
¡Se ha roto!
En mi Mundo nuevo no hay pobrezas.
Ni esclavismo.
Ni motivos para el daño consecuente..
Ya no siento el hambre de mis huesos.
Y la lágrima cautiva ha olvidado
recorrer por mis mejillas
su camino en vertical.
Sin duda un toque cósmico
Ha rayado mi hemisferio:
'Soy un girasol brotando desde el vientre del mar'
Formamos lo intangible
como otra gran realidad.
MITSY GREY
Derechos reservados
Julio de 2015