Reflexión primera (Ángel González)

[Luis Oroz]

REFLEXIÓN PRIMERA


Despertar para encontrarme
esto:
la vida así dispuesta,
el cielo
turbio, la lluvia
que lame los cristales.

Abrir los ojos para ver
lo mismo,
poner el cuerpo en marcha para andar
lo mismo,
comenzar a vivir, pero sabiendo
el fracaso final de la hora última.

Si esto es la vida, Dios,
si éste es tu obsequio,
te doy las gracias -gracias- y te digo:
Guárdalo para ti y para tus ángeles.

Me hace daño la luz con que me alumbras,
me enloquece tu música
de pájaros,
pesa tu cielo demasiado,
oprime,
aplasta, bajo y gris, como una losa.

Todo está bien, lo sé.
Tu orden
se cumple.

Pero alguien
envenenó las fuentes
de mi vida, y mi corazón es
pasión inutil, odio
ciego, amor desorbitado,
crisol donde se funden
contrariedades con contradicciones.

Y mi volundad sigue,
inutilmente,
empeñada en la lucha más terrible:
vivir lo mismo que si tú existieras.



Ángel Gonzlález

[Pablo Ibáñez]

Me encanta.
Un abrazo

[Óscar Distéfano]

Tremendo poema. Lo que me gusta siempre de este poeta es la claridad de los argumentos para desembocar en remates que sorprenden y subyugan. Sus finales de poemas son verdaderas iluminaciones. Es un maestro.

Gracias por traerlo.
Un abrazo.