
“El mundo es mi representación” Arthur Schopenhauer -1819-
1889, 3 de enero, este día detenido la brisa perdió su
color. He dado detalles sobre cómo decir invierno
pero nada es como antes. Escribir no me ha devuelto
esos sonidos, a eso que descama, eso que también
ha sido silencioso y ritual. Velo nunca es la palabra.
El destino cava como un animal ninguno. Alcanza a un
pájaro cuando cae. Desecha algunas letras y se ha vuelto
el nombre de la sangre. En un papel escrito abandonado
abre los gestos que el tiempo barre, las manos palomas
ciegas con que intenté decir el espesor de saber. Así
propuse cuidar mi montón de cosas rotas, los caminos
divididos para que dios ahí se pierda. Como un niño,
como un hombre, Nietzsche, creí entender que se
puede despertar de la locura. Volví a pensar que es
mal presagio dar esos detalles, por los dientes calcinados
y este frío en los dedos, las cosas sueltas cada vez.
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