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Moderador: Hallie Hernández Alfaro
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Tigana Nelson
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Hallie Hernández Alfaro
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Muy hermoso con una delicadeza y una precisión admirables. Las gotas, la formación, el amor, la justicia de los cuerpos procurando milagros; muy buenos también los versos de introducción y cierre.
Enhorabuena y gracias por compartir, Tigana.
Enhorabuena y gracias por compartir, Tigana.
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"He guardado la Luna en los cajones
por si vuelves de noche que te alumbre;
no te tardes, papá, que sin la lumbre
de tu amor no se encienden los fogones.'"
Esta cárcel sin ti, Ramón Olivares
"He guardado la Luna en los cajones
por si vuelves de noche que te alumbre;
no te tardes, papá, que sin la lumbre
de tu amor no se encienden los fogones.'"
Esta cárcel sin ti, Ramón Olivares
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Armilo Brotón
Esto es una gozada de cuento. Sólo por leer una obra como esta merece la pena el reto. Vaya de antemano mi enhorabuena antes de entrar a comentarlo.
Los poemas de inicio y cierre son muy bellos. Desde el suelo sólo nos queda crecer en el rebote.
Es una introducción perfecta al cuento que para mí es prosa poética, lleno de imágenes absorbentes desde el inicio: " deslizándome por el borde la cama, caí, gota a gota" (muy daliniana esta imagen), "con ese sonido se crearon mis orejas", "no tenía fuerzas para vestirme la sonrisa".
El charco, agarra la idea de suelo y empieza a sublimarse a través del erotismo que viertes en cada linea. ¡Qué elegancia para trasponer el deseo en llama! No dejo de leer una y otra vez esas lineas.
Extremadamente visual la parte que narra la acción. Como si se tratara de una película el lector no pierde detalle de cada movimiento. De la sensualidad que despliegas en cada frase se haría un mar embravecido. Impactantes frases poéticas de nuevo como: "muslos tensos como tranzas de colegiala" "pies pequeños y blancos como peces muertos".
La combinación narrativa entre pensamiento, en párrafo gris, y acción, en negrita me parece un acierto que da el ritmo preciso a la obra. La hace milimétrica.
El momento en que agarra sus rodillas me hizo recordar un poema que escribí hace un tiempo que se llama Tratado de hivernación, te dejo un trocito:
"me agarro las rodillas muy fuerte
para sentirme seguro
creen que estoy pensando
pero yo no pienso, sólo miro lejos
así parece que alguien me quiere
así puedo oler la piel de mis brazos
que me alivia."
Siguen apareciendo frases muy bellas: "una y otra vez convertida en agua, sólo con la cabeza para recordarte " "me sentí rodeada por tus brazos, sin quererlo aparecieron los míos, esos que coges al doblar una esquina" "pies que cubro con zapatos de tacón para estar más cerca de tu beso".
Pero he de decirte que por muchas lecturas que he realizado de tu cuento me quedó en la mente el hermetismo de la protagonista. Noto que quiere deslizarse por la vitalidad de pareja, que quiere apropiarse de una parte de ella para empujarse desde el suelo hacia arriba pero no logré desentrañar qué qué pensaba en ese momento más allá de de la visión de sus pies, de la espalda del amante, del empuje en sus entrañas. ¿Amaba?
La protagonista nos deja un sabor a cierta lucha interna:
Dime suelo, ¿qué temes?
¿Por qué tienes tanto miedo?
Los dos últimos párrafos son para comer aparte.
Ese cambio que experimenta la protagonista desde sus piernas ausentes a sentirlas ella misma me parece genial. Aquí sí veo el pensamiento de la protagonista. El acto sexual no es una mera búsqueda de placer, es el reencuentro con uno mismo.
¿Y qué decir de las frases que cierran el cuento? Me las quedo en la memoria para siempre.
"Del charco sólo quedó una mancha húmeda en el suelo, oculta a orillas de la cama, con una única gota que cogí con la punta de los dedos y la colgué en el ojo para no olvidar."
Ni qué decir tiene quién ha ganado este reto. Es que ni me lo planteo.
Felicidades. Orgulloso de ti a reventar.
Un beso, emocionado y sin más palabras; pues tu cuento daría para estar llenando varias hojas.
Tqm
Los poemas de inicio y cierre son muy bellos. Desde el suelo sólo nos queda crecer en el rebote.
Es una introducción perfecta al cuento que para mí es prosa poética, lleno de imágenes absorbentes desde el inicio: " deslizándome por el borde la cama, caí, gota a gota" (muy daliniana esta imagen), "con ese sonido se crearon mis orejas", "no tenía fuerzas para vestirme la sonrisa".
El charco, agarra la idea de suelo y empieza a sublimarse a través del erotismo que viertes en cada linea. ¡Qué elegancia para trasponer el deseo en llama! No dejo de leer una y otra vez esas lineas.
Extremadamente visual la parte que narra la acción. Como si se tratara de una película el lector no pierde detalle de cada movimiento. De la sensualidad que despliegas en cada frase se haría un mar embravecido. Impactantes frases poéticas de nuevo como: "muslos tensos como tranzas de colegiala" "pies pequeños y blancos como peces muertos".
La combinación narrativa entre pensamiento, en párrafo gris, y acción, en negrita me parece un acierto que da el ritmo preciso a la obra. La hace milimétrica.
El momento en que agarra sus rodillas me hizo recordar un poema que escribí hace un tiempo que se llama Tratado de hivernación, te dejo un trocito:
"me agarro las rodillas muy fuerte
para sentirme seguro
creen que estoy pensando
pero yo no pienso, sólo miro lejos
así parece que alguien me quiere
así puedo oler la piel de mis brazos
que me alivia."
Siguen apareciendo frases muy bellas: "una y otra vez convertida en agua, sólo con la cabeza para recordarte " "me sentí rodeada por tus brazos, sin quererlo aparecieron los míos, esos que coges al doblar una esquina" "pies que cubro con zapatos de tacón para estar más cerca de tu beso".
Pero he de decirte que por muchas lecturas que he realizado de tu cuento me quedó en la mente el hermetismo de la protagonista. Noto que quiere deslizarse por la vitalidad de pareja, que quiere apropiarse de una parte de ella para empujarse desde el suelo hacia arriba pero no logré desentrañar qué qué pensaba en ese momento más allá de de la visión de sus pies, de la espalda del amante, del empuje en sus entrañas. ¿Amaba?
La protagonista nos deja un sabor a cierta lucha interna:
Dime suelo, ¿qué temes?
¿Por qué tienes tanto miedo?
Los dos últimos párrafos son para comer aparte.
Ese cambio que experimenta la protagonista desde sus piernas ausentes a sentirlas ella misma me parece genial. Aquí sí veo el pensamiento de la protagonista. El acto sexual no es una mera búsqueda de placer, es el reencuentro con uno mismo.
¿Y qué decir de las frases que cierran el cuento? Me las quedo en la memoria para siempre.
"Del charco sólo quedó una mancha húmeda en el suelo, oculta a orillas de la cama, con una única gota que cogí con la punta de los dedos y la colgué en el ojo para no olvidar."
Ni qué decir tiene quién ha ganado este reto. Es que ni me lo planteo.
Felicidades. Orgulloso de ti a reventar.
Un beso, emocionado y sin más palabras; pues tu cuento daría para estar llenando varias hojas.
Tqm
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Tigana Nelson
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Gracias a ti, siempre tan amable, por tu lectura y comprensión del reto.Hallie Hernández Alfaro escribió:Muy hermoso con una delicadeza y una precisión admirables. Las gotas, la formación, el amor, la justicia de los cuerpos procurando milagros; muy buenos también los versos de introducción y cierre.
Enhorabuena y gracias por compartir, Tigana.
Salud.
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Tigana Nelson
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- Ubicación: España
Armilo Bretón escribió:Esto es una gozada de cuento. Sólo por leer una obra como esta merece la pena el reto. Vaya de antemano mi enhorabuena antes de entrar a comentarlo.
Los poemas de inicio y cierre son muy bellos. Desde el suelo sólo nos queda crecer en el rebote.
Es una introducción perfecta al cuento que para mí es prosa poética, lleno de imágenes absorbentes desde el inicio: " deslizándome por el borde la cama, caí, gota a gota" (muy daliniana esta imagen), "con ese sonido se crearon mis orejas", "no tenía fuerzas para vestirme la sonrisa".
El charco, agarra la idea de suelo y empieza a sublimarse a través del erotismo que viertes en cada linea. ¡Qué elegancia para trasponer el deseo en llama! No dejo de leer una y otra vez esas lineas.
Extremadamente visual la parte que narra la acción. Como si se tratara de una película el lector no pierde detalle de cada movimiento. De la sensualidad que despliegas en cada frase se haría un mar embravecido. Impactantes frases poéticas de nuevo como: "muslos tensos como tranzas de colegiala" "pies pequeños y blancos como peces muertos".
La combinación narrativa entre pensamiento, en párrafo gris, y acción, en negrita me parece un acierto que da el ritmo preciso a la obra. La hace milimétrica.
El momento en que agarra sus rodillas me hizo recordar un poema que escribí hace un tiempo que se llama Tratado de hivernación, te dejo un trocito:
"me agarro las rodillas muy fuerte
para sentirme seguro
creen que estoy pensando
pero yo no pienso, sólo miro lejos
así parece que alguien me quiere
así puedo oler la piel de mis brazos
que me alivia."
Siguen apareciendo frases muy bellas: "una y otra vez convertida en agua, sólo con la cabeza para recordarte " "me sentí rodeada por tus brazos, sin quererlo aparecieron los míos, esos que coges al doblar una esquina" "pies que cubro con zapatos de tacón para estar más cerca de tu beso".
Pero he de decirte que por muchas lecturas que he realizado de tu cuento me quedó en la mente el hermetismo de la protagonista. Noto que quiere deslizarse por la vitalidad de pareja, que quiere apropiarse de una parte de ella para empujarse desde el suelo hacia arriba pero no logré desentrañar qué qué pensaba en ese momento más allá de de la visión de sus pies, de la espalda del amante, del empuje en sus entrañas. ¿Amaba?
La protagonista nos deja un sabor a cierta lucha interna:
Dime suelo, ¿qué temes?
¿Por qué tienes tanto miedo?
Los dos últimos párrafos son para comer aparte.
Ese cambio que experimenta la protagonista desde sus piernas ausentes a sentirlas ella misma me parece genial. Aquí sí veo el pensamiento de la protagonista. El acto sexual no es una mera búsqueda de placer, es el reencuentro con uno mismo.
¿Y qué decir de las frases que cierran el cuento? Me las quedo en la memoria para siempre.
"Del charco sólo quedó una mancha húmeda en el suelo, oculta a orillas de la cama, con una única gota que cogí con la punta de los dedos y la colgué en el ojo para no olvidar."
Ni qué decir tiene quién ha ganado este reto. Es que ni me lo planteo.
Felicidades. Orgulloso de ti a reventar.
Un beso, emocionado y sin más palabras; pues tu cuento daría para estar llenando varias hojas.
Tqm
Pero he de decirte que por muchas lecturas que he realizado de tu cuento me quedó en la mente el hermetismo de la protagonista. Noto que quiere deslizarse por la vitalidad de pareja, que quiere apropiarse de una parte de ella para empujarse desde el suelo hacia arriba pero no logré desentrañar qué qué pensaba en ese momento más allá de de la visión de sus pies, de la espalda del amante, del empuje en sus entrañas. ¿Amaba?
La protagonista necesita la vitalidad para construirse y la busca en su pareja. ¿Qué más da si amaba o no? Va más allá de ese concepto que lo enreda todo. Quizás necesite esa fuerza al igual que los vampiros necesitan la sangre. Simplemente está y eso es suficiente.
Claro que es una lucha interna. Teme volar o brillar demasiado. Las luces atrapan y puede que eso no sea sano. Fíjate en esas farolas llenas de insectos nocturnos, quedan pegados a las bombillas. Mejor volar a ras del suelo.
Ese cambio que experimenta la protagonista desde sus piernas ausentes a sentirlas ella misma me parece genial. Aquí sí veo el pensamiento de la protagonista. El acto sexual no es una mera búsqueda de placer, es el reencuentro con uno mismo.
Ahí clavaste la idea. Ella necesita esa sensualidad para sentir su piel, cuando no lo tiene siente que su mente y su cuerpo van por caminos distintos. Se juntan en el sexo, se sienten uno.
Por último decirte que me maravilla tu capacidad lectora. Dali forma parte de mis cuentos y tú lo has visto.
Extraordinario comentario que complementa el cuento.
Beso emocionada.