Óscar Distéfano escribió:Ignacio Mincholed escribió:...
No podré decir que tu pensamiento sea impreciso,
más lo es el mío cuando ciego pronuncia las heridas
de las barras de los bares, de las flores con espinas
clavadas en los nudillos de jardinero indeciso.
Sí te diré que tu pensamiento manifiesta airoso
que las palabras todas valen incluso las mentiras,
las que se dicen al purgar el martirio de los días
tronzados de aquel almanaque perpetuamente ocioso.
Si me das tiempo te diré cómo la luz se consume
hasta el ocaso más fúnebre cuando el amor es niebla
mientras no hay fogonero que sepa prender una vela.
Pero no podré precisarte ni las reglas ni el habla
del pensamiento enamorado cuando fija la tela
a la cintura que adora sin ser amado, y lo asume.
...
Un soneto que me sorprende (y me gusta) por el excelente resultado, a pesar de prescindir del ritmo de tono (la acentuación en sílabas claves), como prescinde de hemistiquios, a pesar de tratarse de versos bien largos: hexadecasílabos. El singular poema basa su ritmo, tan sólo, en la rima (ritmo de timbre, estrictamente preceptivo) y en el ritmo de cantidad (igual número de sílabas en todos los versos), sin abandonar el uso de los encabalgamientos. Todo este ejercicio poético nos lleva a sentir un aire de aprosamiento del poema, lo cual despide un aroma coloquial y narrativo. Pero, sin duda alguna, pienso que se trata de un poema estructurado, muy distante de una prosa poética, ni de versículo, ni de verso libre.
En cuanto al contenido, me ha gustado tanto o más.
Un abrazo grande.
Óscar
Saludos Óscar. Agradezco tu comentario y lo aprecio francamente. Tal como afinas en la disección de cómo está construido el poema, poco puedo añadir más allá de tu certera visión. Mi intención, desde la perspectiva que deseaba tratar el tema, era formar un poema discursivo bajo una estructura que me permitiera presentar la idea de forma muy marcada.
El soneto posibilita esa intención. Me he permitido adaptar a mi conveniencia esas posibilidades sin las imposiciones que se dan por establecidas en la estructura del soneto. Sin acentuación y sin hemistiquios que me obligaran a decir lo que no deseaba decir. No soy un purista de lo establecido, pero no niego los recursos que pueden ofrecer a la idea un desarrollo conveniente. Generalmente no encuentro, ni tampoco busco, en el soneto u otras estructuras establecidas, recursos que puedan llevar en andas el contenido sino, en todo caso al revés, primero el contenido después la estructura. En esta ocasión, como he dicho en algún comentario, mediante un soneto que no parece un soneto.
Gracias de nuevo y un fuerte abrazo.
Ignacio