sí,
de no morirme envuelta en la oración de verdeagua
y piedra
y luz
y nada.
¡ Qué dulce ese latir de la palabra que abre,
cierra y tiembla las puertas de la jaula
y el nombre de quien roba azules a Sabina...
... bombines en distancia...
y tú,
mitad del monte
y tú,
del monte parte,
persignas el camino.
Ella,
toda de luz desnuda
y tú,
lobo.
(Sí, acabo de llegar de no morirme, vivencias y kilómetros Camino de Santiago. Y tú, lobo , dejaste acariciar mi mano sobre ti. No tuvimos miedo ninguno de los dos ¿verdad?, ahora ya es Alicante)