El amor de los perdedores

[Ramón Carballal]

El cielo fulgurante es solo un recuerdo.

Descubrir otros círculos de oscuridad
donde la maquinación sea simple
y la monstruosidad vele.

¿Se aman así los cuerpos libres,
igual que un sonido que reverbera
en las partículas de la efigie?

Hay lentitud en esa atracción infantil,
las miradas se esconden en los patios
de un ayer destrozado, puntualmente
la luz fría de las tabernas
describe una red de sueños incólumes,
de aventuras tardías,
de pasos invencibles
sin crepúsculo.

Porque nace el cosmos
en las junturas de dos corazones desleídos
y se suman las horas del continuo viaje
y se visitan ríos, iglesias,
parques, las incendiadas olas
de un mar albino.

Y se entregan las manos como dones
mientras se busca en el placer
un nombre desconocido
que desvirgue
la luz.

Ya somos tiempo a la deriva,
bruñidos supervivientes del tránsito,
almas sin gloria
ni fe,
circunloquios
que el azar desnuda.

Hoy no nieva en la memoria de los peces.

[Minona McEwen]

El cielo fulgurante es solo un recuerdo.

Descubrir otros círculos de oscuridad
donde la maquinación sea simple
y la monstruosidad vele.

¿Se aman así los cuerpos libres,
igual que un sonido que reverbera
en las partículas de la efigie?

Hay lentitud en esa atracción infantil,
las miradas se esconden en los patios
de un ayer destrozado, puntualmente
la luz fría de las tabernas
describe una red de sueños incólumes,
de aventuras tardías,
de pasos invencibles
sin crepúsculo.

Porque nace el cosmos
en las junturas de dos corazones desleídos
y se suman las horas del continuo viaje
y se visitan ríos, iglesias,
parques, las incendiadas olas
de un mar albino.

Y se entregan las manos como dones
mientras se busca en el placer
un nombre desconocido
que desvirgue
la luz.

Ya somos tiempo a la deriva,
bruñidos supervivientes del tránsito,
almas sin gloria
ni fe,
circunloquios
que el azar desnuda.

Hoy no nieva en la memoria de los peces.

Hablas de un ayer destrozado, de un pasado dolorido, almas sin gloria.... Un poco lo que somos todos, porque todos soñamos alguna vez con algo que se perdió en el camino, que hemos olvidado cuando nos hacemos mayores. En tus poemas haces que mire desde dentro hacia fuera. Un fuerte abrazo

[Guillermo Cumar.]

El futuro va por un camino desconocido, amigo. Pero tu poema
coloca luces líricas allí donde las piedras se duplican para tropezar
antes de que llegue el tránsito.

Gran placer pasar por tus sensibles versos.

Un abrazo

[Hallie Hernández Alfaro]

La fuerza de tu poesía es imparable y de una intensidad difícil de medir, Ramón.

Grande este amor de los perdedores.

Abrazos y enhorabuenas.

[Gerardo Mont]

No hay tema que se te niegue, ni tema que no reinventes, poeta. Grande tu pluma, completa, rica, dicente. Un lujo. Mis abrazos sinceros, con mi admiración.

[F. Enrique]

Ha sido grato leer tu poema, Ramón, sigues ahí, con tu estilo tus asociaciones de palabras sorpresivas.

Un abrazo.

[Julio Gonzalez Alonso]

Un excelente trabajo de hondura y muy bien trabajado. Un placer. Con un abrazo.
Salud.

[Carmen López]

Siempre es un lujo pasar a leerte, impresionante comienzo, impresionante final, en medio una disfruta de lo profundo de tus versos. Que bien escribes!!!!!

Unha forte aperta.

Carmen

[Manuel Alonso]

Hermoso poema amigo, me ha gustado mucho, un abrazo.

[Pilar Morte]

Tú poesía no pierde, siempre adelante para placer de los lectores. Me gustó
Besos
Pilar

[Ramón Carballal]

El cielo fulgurante es solo un recuerdo.

Descubrir otros círculos de oscuridad
donde la maquinación sea simple
y la monstruosidad vele.

¿Se aman así los cuerpos libres,
igual que un sonido que reverbera
en las partículas de la efigie?

Hay lentitud en esa atracción infantil,
las miradas se esconden en los patios
de un ayer destrozado, puntualmente
la luz fría de las tabernas
describe una red de sueños incólumes,
de aventuras tardías,
de pasos invencibles
sin crepúsculo.

Porque nace el cosmos
en las junturas de dos corazones desleídos
y se suman las horas del continuo viaje
y se visitan ríos, iglesias,
parques, las incendiadas olas
de un mar albino.

Y se entregan las manos como dones
mientras se busca en el placer
un nombre desconocido
que desvirgue
la luz.

Ya somos tiempo a la deriva,
bruñidos supervivientes del tránsito,
almas sin gloria
ni fe,
circunloquios
que el azar desnuda.

Hoy no nieva en la memoria de los peces.

Hablas de un ayer destrozado, de un pasado dolorido, almas sin gloria.... Un poco lo que somos todos, porque todos soñamos alguna vez con algo que se perdió en el camino, que hemos olvidado cuando nos hacemos mayores. En tus poemas haces que mire desde dentro hacia fuera. Un fuerte abrazo

Gracias, Margarita, por dejarme tu comentario. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

El futuro va por un camino desconocido, amigo. Pero tu poema
coloca luces líricas allí donde las piedras se duplican para tropezar
antes de que llegue el tránsito.

Gran placer pasar por tus sensibles versos.

Un abrazo

Te agradezco esas palabras que me dejas. Un abrazo.