Un rato largo

[Bruno Laja]

Un rato largo,
compuesto por palabras que cualquiera podría haber dispuesto en la voz.
Con un tono distinto, cierto, pero las mismas palabras en diferentes tonos
repasan la recatada belleza con una mostración utilitaria.
En los bajos fondos esto equivaldría a una pseudoinfraidentidad
o a una infrapseudoidentidad más profundamente, esto es, un punto por encima del borgorigmo gutural.
Un rato largo,
no el poema. El poema ha fracasado porque tiene el don de la ubicuescencia.
Yo estoy aquí,
veladamente como una idea cristalina, lenta y veloz, no consumable.
Si me detengo, mi reflejo será creado cada vez más nuevamente, lo mismo que pulir un aroma sin llegar a tragar.

Una voz prieta en un susurro qué dice;
habla de la inmortalidad usando objetos
imaginarios para comprender un principio más capaz que su aliento;
algo que no se mueva pero pueda ser mezclado a los gestos esenciales
como tapar con una mano la oscuridad
y desvelar con la otra los significados:
que un cigarrillo es toda la historia articulada por el desmembramiento holístico
y repentino de una cáscara que comprendió al brazo, al antebrazo,
a los dedos de la mano, a los labios, a la lengua, a los pulmones
al estómago, al ano porque el humo evacuado así
es más que un excremento, es un excremento sagrado
y permanece visible su inocente deglución.

Así se hicieron las estrellas y lo que representan en el caudal de lágrimas
poderosamente arquetipificadas por las callosidades del mismísimo silencio.

olvida todo lo que he escrito hasta ahora
ahora mismo olvida lo que escribo
eres mínima
sonoridad del ruido
tus ojos son la materia prima del olvido
tus manos se mimetizan con la transparencia si las hundes
en lo que acarrean tus ojos y tus manos
así me sedimentas pero dónde ah
amasas corres cumples con el ejército de la maleza para que así yo sea
capaz de moverme contra mis ansias
como un uróboro que se mutilara al moverse

y un día hallé que mis dedos estaban por ahí,
cada uno en un continente haciendo señales mansas sobre las vocales del mundo
abriendo canales en la historia hasta un agujero nodriza
donde podríamos sentarnos a crear a corregir
a que me dieras un respiro
a dormir un trozo

[Hallie Hernández Alfaro]

Tantas cosas innombrables adquiriendo sustancia en tu voz, Bruno. El poema vuela con alas de plata, como un sorbo inundado de esencialidad humana, personal, infinito.
Qué hermoso encontrar los dedos por ahi, con inocencia y sin salvación deseada.

Aplausos de pie para Un rato largo, y que no falten las reverencias de rigor.

Abrazos.

[Rosa Marzal]

Una voz prieta en un susurro qué dice;
habla de la inmortalidad usando objetos
imaginarios para comprender un principio más capaz que su aliento;
algo que no se mueva pero pueda ser mezclado a los gestos esenciales
como tapar con una mano la oscuridad
y desvelar con la otra los significados:

La Voz que nos define, la que puede expresarnos más allá de las palabras mortales. Encantada de encontrarme con la profundidad y la belleza de tu palabra, Bruno. Un abrazo.

[Manuel Alonso]

Bruno es un poema muy bello, hace un rato que le he leído y todavía me suena a bueno, me ha gustado mucho, un placer y un abrazo, amigo.

[Bruno Laja]

Hallie, nada de lo que yo pueda escribir va a estar a la altura de tus palabras nunca, pero me lo tomo como reto y estímulo. Abrazo muy grande.

Rosa, gracias,sabiendo cómo amas la palabra, es un orgullo siempre tu presencia. Un fuerte abrazo para ti.

Manuel, gracias muchas por tus entrañables palabras. Abrazos.