Los diez mandamientos de un bar.

[Quinteño de Greda]

Los diez mandamientos de un bar.

I
En compañía fraterna
con una copa de vino
vamos haciendo camino
al calor de la taberna.
El ocio, ¡qué bien gobierna
en todas celebraciones!
cuando en amenas reuniones
todo se torna armonía
rebosante de alegría
inundando corazones.

II
En un vaso de cristal
¡cuántas emociones caben!
y, qué bien ellas nos saben
si nos sube la moral.
Es proclive a lo social
y al más generoso trato,
mas si acompaña un buen plato,
el que llamamos la tapa
será corona de plata
para el súmmum del buen rato.

III
¡Qué efectos más saludables
acompaña a la cerveza,
saca fuerzas de flaqueza
en sus formas más notables!.
En horas insoportables
cuando aprieta la calor
con su tórrido sopor,
ella, la sed nos invoca
y a mitigar nuestra boca
al degustar su sabor.

IV
Entre la barra y la mesa,
y entre la mesa y la barra
por compañera la jarra
todo un mundo se atraviesa.
Todo sobra y nada pesa,
sobran los malos momentos
malas caras y aspavientos,
queden ellos en olvido,
que al amigo lo convido
pues no pesan sentimientos.

V
La prolongación de casa,
es la barra del buen bar
cuando queremos tomar
la copa que nos abraza.
Si su dintel se traspasa
con el pie de la amistad,
se torna en fraternidad
y en armonioso conjunto,
para ser el hall adjunto
en medio de la ciudad.

VI
Es un antes y un después,
un entrar y una salida,
es la copa bien servida
con esmero e interés.
Pues licores y cafés,
refrescos, más infusiones
son mares de sensaciones,
de todo cuanto se expende
por aquel que bien te atiende.
¿Hacen faltas más razones?

VII
Por camarero, un amigo
al que se tiene de frente,
así lo reza el buen cliente
cuando lo arropa su abrigo.
Son muchas horas contigo
las que pasa el camarero,
pues su oficio, noble fuero,
es tener santa paciencia
con un mucho de sapiencia
siendo amigo y consejero.

VIII
Tus problemas, “su problema”,
los que tú, con él comparte,
por ello, es su gran baluarte
escucharte por sistema.
Con tal maestría y flema
cada lamento y murmullo,
él, lo toma como suyo,
mas lo guarda con sigilo
con celo y con gran estilo
cada causa y tema tuyo.

IX
Es catedral del tapeo,
de tertulia y el coloquio,
es un plural soliloquio
de esparcimiento y recreo.
Del tiempo, es todo un museo,
pues entre cuatro paredes
atrapadas en sus redes
queda del alma presencia
al faltar la gran ausencia
de los clientes como ustedes.

X
Y, llegado a este punto,
cuando ya todos sabemos
qué es un bar, siempre pensemos
en las razones que adjunto.
Por ello, sea y pregunto:
¿acaso no es un lugar
donde poder disfrutar
los placeres de la vida
de una copa bien servida,
y un sitio. para quedar?



Dedicado a mi sobrino José, para su Taberna y Cafetería Oly.

[Pilar Morte]

Sí, es como lo muestras, a veces el bar es una continuidad del salón de casa que despierta la proximidad y compañerismo entre los que comparten esa copa. Un placer leerte
Besos
Pilar

[Jorge Salvador]

Qué belleza Quinteño... has elevado el bar a la categoría que merece. Cuánto se escribe en los bares, cuánto se comparte y cuánto se disfruta al calor de una copa en buena compañía
Impagable amigo, impagable.
Feliz año nuevo y que las musas sigan pululando a tu aleredor como en el que recién acabó...

[Guillermo Cumar.]

Brindo contigo hasta en diez ocasiones, pero sin pasarse, pues
los trabalenguas no deben hacer buenas migas con las espinelas.
Quedaremos cualquier uno de Enero de cualquier año de distinto siglo.

un abrazo

[Quinteño de Greda]

Muchísimas gracias, Pilar, Ramón y Guillermo. por vuestra amable y grata huella.
Abrazos fraternos.

[Ana Muela Sopeña]

Bellísimo, Quinteño. Perfección formal y sabiduría en tu poema.

Me ha encantado. A tu sobrino le habrá gustado mucho ¿no?

Felicitaciones
Un beso enorme
Ana