Macedonio Tracel escribió:Cada día de estos rompí con la idea de besarte al sol,
porque así todavía pude buscar alcanzarte sin ver.
Me pegué en el cuerpo la noche por si aún es tu silencio.
Intenté saber si me conoce, si adivina cuánto deseo que
este borde, este océano desamparante no sea de sal, para así
obviar la línea que marca obstinada el cielo para siempre.
Aquí, lejos del mar, así es la oscuridad, crece su coraje entre
brillos cenagosos o sucede inquieta como en los juncales negros.
La noche es una brisa bromeando que el reflejo se le llenó de luna,
de raíces flojas, de luz que huye o se desbanda entre siluetas
momentáneas porque al final siempre es lo mismo, mordí tu boca,
te abracé, intenté que flameara un frío descalzo, convencí al aire
aturdido de ahora mismo tararear un verde hundido entre sauces
que huelen a barro y cortadera… el beso digo, estos días, siempre
comenzó así, una corriente me fue invadiendo sabor mojado y la verdad…
alcanza cuando te miro a los ojos, sube por esconderme en tus labios.
El amor puede dar orígen a los sentimientos más sublimes y de los otros (te suena a Les Luthiers?) salvando las distancias - aunque no pude resistir la tentación - aquí uno se acerca a una especie en extinción, y se siente entonces más completo, con más esperanzas.
Un abrazo, Luna.-