La Editorial Alaire, auspiciada por la Academia de Poesía Alaire, pone gratuitamente a disposición de sus foristas registrados, varios foros de poesía, prosa literaria, debates…, para que puedan publicar sus obras e interactuar entre ellos, así como, la tienda de libros donde se muestran las publicaciones, tanto en papel como en formato digital, estos mediante descarga gratuita. La razón de ser de nuestros foros se centra en promocionar la poesía, mediante las obras de los autores que participan en la plataforma de la Academia de Poesía Alaire. La promoción de la poesía, a nivel del mundo de habla hispana, conlleva una enorme responsabilidad, por ello, pedimos la máxima implicación de todos los miembros de Alaire. Vale recordar al gran maestro Dumas: uno para todos y todos para uno. Muchas gracias por todo, queridos compañeros.
F. Enrique escribió:Yo no supe llorar cuando llorabas,
ni supe iluminar tu sombra hundida
ni sentir la verdad ni la medida
en el ruego de amor que me dejabas.
Yo no supe escucharte cuando hablabas,
ni horadé en la hondura de tu herida
que tocaba el infierno en su caída
apartando el cuidado que guardabas.
Solo y perdido siento este lamento
que no halla consuelo ni clausura
y no puede olvidarse de aquel día.
Si no supe vivir en tu tormento
me merezco el dolor y la locura
de morir por tus ojos todavía.[RIGHT](Lamento sobre las piedras)[/RIGHT]
Gracias, Hallie. Entre todo lo que he escrito son los sonetos los que me crean más inseguridad, es por ello que los dejé de escribir una vez reuní una decena, y porque negarlo, por mi preferencia hacia el verso libre. Colgarlos no me resultó fácil en esa lucha que mantuve contra mí mismo. Creo que fue acertado.
Un abrazado.
Tenía una casa cerca del mar, pero para ir a la playa había que pasar por delante de un bar. Nunca me bañé”
(George Best - Genial futbolista norirlandés y alcohólico)
Gracias, Quinteño, por lo que me dices del poema, ya sé que eres muy aficionado al soneto. Estos que ya os presentado están entre los pocos que he escrito y es digno de satisfacción recibir comentarios como el tuyo.
Un abrazo.
Tenía una casa cerca del mar, pero para ir a la playa había que pasar por delante de un bar. Nunca me bañé”
(George Best - Genial futbolista norirlandés y alcohólico)
Con mucho retraso, Ana, para mí comentar es un compromiso conmigo mismo, un "oficio" que sustituye a la inspiración, es por ello que no me prodigo y tengo arrinconado mis propios poemas, lo que no es grave, pero sí lo es cuando se trata de los demás. Me agrada mucho tus palabras a este soneto fruto del sentimiento que atormenta aún con el paso del tiempo.
Un abrazo.
Tenía una casa cerca del mar, pero para ir a la playa había que pasar por delante de un bar. Nunca me bañé”
(George Best - Genial futbolista norirlandés y alcohólico)
Gracias, Antonio, por esta relación tan especial que desde un primer momento me has ofrecido, espero poder llegar a corresponder este tratamiento tan bueno y ahondar en esos caminos de la amistad, cuando la distancia física no puede borrar la proximidad de los corazones.
Un abrazo.
Tenía una casa cerca del mar, pero para ir a la playa había que pasar por delante de un bar. Nunca me bañé”
(George Best - Genial futbolista norirlandés y alcohólico)
Gracias, Pablo, por estas palabras que te contesto con evidente retraso. La verdad es que sigo viéndome un poco fuera de lugar con los sonetos, pero bueno. su propia estructura nos facilita una manera fácil de juzgarlos, al menos en lo formal.
Un abrazo.
Tenía una casa cerca del mar, pero para ir a la playa había que pasar por delante de un bar. Nunca me bañé”
(George Best - Genial futbolista norirlandés y alcohólico)
Un soneto que he tenido en la cabeza rondando desde que lo leí el otro día. Consigues exponer, con una belleza enorme, un sentimiento del que no creo que sa posible sentirse lejano, esa culpa por no haber escuchado del todo, por no haber sido todo lo cómplice que el tiempo delata.
Enhorabuena, me encanto pasar y encontrarme esta maravilla.
Un abrazo
F. Enrique escribió:Yo no supe llorar cuando llorabas,
ni supe iluminar tu sombra hundida
ni sentir la verdad ni la medida
en el ruego de amor que me dejabas.
Yo no supe escucharte cuando hablabas,
ni horadé en la hondura de tu herida
que tocaba el infierno en su caída
apartando el cuidado que guardabas.
Solo y perdido siento este lamento
que no halla consuelo ni clausura
y no puede olvidarse de aquel día.
Si no supe vivir en tu tormento
me merezco el dolor y la locura
de morir por tus ojos todavía.[RIGHT](Lamento sobre las piedras)[/RIGHT]
Hola , Enrique.
Es un soneto que va sobrado de perfección e intensidad necesaria para aparecer en cualquier antología de poesía clásica castellana. Con eso te lo digo todo, no hace falta resaltar nada más porque ¿Qué resaltas? todo.