.........................................................................................................Prisca Guerrero escribió:Discretamente
puse la escoba tras la puerta,
rocié la habitación con ajo
y dejé a tu vista
las balas de plata.
Contraté mercenarios y gladiadores,
demarqué la ruta de salida,
me reservé el derecho de admisión,
le pedí a Seguridad que te sacara.
Y cuando creía
que te habías marchado
te encontraba ronroneando tras la puerta
forjando tus telas en la esquina
o jugando fútbol en el patio.
Entonces
te denunciaba por acoso,
imponía órdenes de restricción,
cerraba puertas y ventanas,
me escondía en las trincheras,
en el sótano,
en el claustro;
y huía,
con mi piel y mis piernas,
solo huía.
Bienvenida, amiga Prisca, es un placer tenerte entre nosotros; esperemos que Alaire sea de tu gusto.
Hay mucho que comentar en el poema que te presenta. Muy bello, bien urdido rítmica y estéticamente. Salpicado de rotundidad e inteligencia.
En fin, nos iremos leyendo.
Un cordial saludo.