Santiago, 1983

[Benjamín León]

Gracias, Eduardo, por tu lectura y tu palabra. Un gusto tener tu visita y tu tiempo en mi poema, en este fragmento de estar.

Un abrazo fraterno, Benjamín

[Tristany Joan Gaspar]

Aún resuena el miedo:
los árboles dolidos, alamedas del llanto.

Escucho el nombre seco de la infancia
abriendo su palabra ante el temor.
La suciedad se extiende en la memoria:
calles del fuego,
las ollas que exasperan el rugido,
el desenfreno inmóvil de la urgencia
aullando bajo el hambre.

La noche abre su jaula
y las metrallas soplan todo el frío
en cada lápida sin rostro.

Los muertos que deshacen las industrias
no callarán jamás,
ni sus campanas muertas,
ni sus doblados cuerpos bajo el agua
que todo en el acero cubre de sal o de ceniza.

Lloro el paisaje triste de mi madre
el duelo y la belleza de sus años
curándome la sombra y la tortura,
el fuego y la miseria que se esparce.

Esta es la génesis del miedo,
el ácido comienzo del poema
la edad con su martirio y con su lágrima,
el rumbo enceguecido de la luz.

es muy duro ler este poema de alguién que lo ha tenido que conocer de primera mano.
Tu poema transmite el recuerdo de mucho dolor, tu poema desde la óptica de la sensibiliada y el miedo transmite un grito de socorrro que tantos años después no deje de sorprender.

Un fuerte abrazo y felicidades por exponer tan bien una situación tan dura.

Joan

[Hallie Hernández Alfaro]

Tesoro de nuestra biblioteca.