La hora del asalto y del beso

[Javier Dicenzo]

La hora del asalto y del beso

Hice retroceder la muralla de sombra…
Pablo Neruda

Te negaste a vivir amada mía
te negaste a vivir
te olvidaste en los huertos
todo eras como la sombra de Neruda.
Fuiste la fiebre del amor
la hora del asalto te atrapó
tus lágrimas de gripe te nublaron.
Mujer
que temías el precipicio
te negaste a vivir, a morir, a desesperar.
Todo traías frente a las estatuas
te fuiste a otro barco
tu fuego llameó como los horizontes;
te negaste
te negaste al beso
la hora del asalto matutino.
Eras la distancia murmurante
se me fueron los sueños
se te fueron las manos
atrapó la tormenta la agonía
se silenciaron los pájaros
se murmuraron las cascadas.
Violaste el amanecer
eras sedienta
tan sedienta que no olvidaste
Nunca te apenes
nunca pierdas tu brillo latente
como las lágrimas
como el lobo herido
como la mar que rompe el crepúsculo
allá en el sitio perdido
serás la cruz y el naufragio
mas allá de todo
para que partas abandonada.

[Pilar Morte]

Siempre tienes imágenes hermosas. Un gusto leerlas
Besos
Pilar

[Israel Liñán]

Apasionado poema Javier, corta la respiración al leerlo, literalmente, un ritmo frenético muy acertado.

Un abrazo

[Javier Dicenzo]

Pilar gracias Neruda es mi inspiración
javier

[Javier Dicenzo]

Israel gracias por tu lectura.