Último tren a ninguna parte
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
- Rosa Marzal
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Carmen López escribió:Felicitaciones al maquinista por tan singular viaje, no tengo la menor duda que a ciencia cierta conoce el camino.
Abrazos
Carmen
Qué bien que esto se está animando.. Me gratifica el viaje contan buenas compañías.
Espero que se agoten los billetes, aunque estoy abierto a nuevos viajes.
Un abrazo y muchas gracias por tu amabilidqd.
más dura es la caída.
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Re: re: Último tren a ninguna parte
Ricardo José Lascano escribió:Bella creación que has diseñado a medida, muy bonita. Abrazos. Ricardo.
Gracias, Ricardo, por subir a este tren.
Un abrazo
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Rosa Marzal escribió:Guillermo, me ha encantado realizar este viaje poético en el tren de tus versos. Precioso y magnífico poema. Te felicito. Abrazos.
Gracias por subir al tren de ninguna parte e ir conmigo a ningún sitio, pero haciendome buena compañía.
un abrazo
más dura es la caída.
- Josefa A. Sánchez
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Re: Último tren a ninguna parte
Guillermo Cuesta escribió:Traslada el hierro frío y afilado
el roce paralelo de raíles
mientras en la estación dormitan
los espectros turgentes de la espera.
Todo parece hecho a medida
para que el devenir viajero
le corte el paso al refugiado instinto
desde el amanecer convulso de la rueda
hasta la mutación improvisada
de un mágico traspaso obligatorio.
Podría haber querido llegar de otra manera
al destino ferviente prefijado.
Podría haber llegado sin ayuda
pero… necesitaba una ventana
y al tra-ca-tra de cada eje
redescubrir cómo el paisaje
desliza suavemente sus inercias
reflectando las iris y miradas
del espejo que el tren instala
en el ojo de vaca estupefacto.
Vigilaré el invento
cuando haya que rasgar el bosque.
Cuando convenga remontar el río
pondré los arcos a templar
y cuando sea necesario
le abriré un gran ojo a la montaña
desde la oscuridad de un túnel.
A golpe de taladro traspasaré la roca.
Es de obligado cumplimiento,
a estas alturas, regresar entero.
O sea que ya vuelvo
con el mero billete
de haber ido a ninguna parte
y verme en el paisaje de ida y vuelta.
Qué gran satisfacción haber interpretado el recorrido
a costa de que el viaje
equilibrara la nostalgia y el deseo.
Amanece en su sitio cada cosa
igual que ayer…y que mañana
Por la similitud se ve la compostura.
por la velocidad escapa el tiempo
a recibir imagen, elegancia y transición;
comodidad, urgencia y desafío.
Por culpa de un sinfín de divergencias
-todas estrictamente consentidas-
el maquinista de esta historia
une, con precisión exacta,
el guiño y verborrea del viajante.
A nadie se le ocurra hacer el recorrido en falso.
Este poema tuyo, estimado amigo, como sucede con todo buen poema, tiene más de una lectura. Quizás tenga más de dos, pero yo me conformo con las dos lecturas que me han emocionado y encantado: una es literal, hacer ese viaje real y disfrutar de la memorable descripción que has hecho de los avatares de ese "traqueteado" mundo; la otra es considerando el tren como una alegoría de la vida misma. En esta visión (o cosmovisión) aparece una riqueza impresionante de sabiduría existencial donde, cada imagen, cada metáfora, contiene una profunda raíz filosófica (o verdad vital). Y para el deleite de cualquier lector de poesía como arte, se suma al valor semántico el ritmo, la forma justa, exacta, que termina por brindarnos un poema niquelado. A propósito de esta justeza del ritmo en tu poema, me vino a la mente unos versos del gran poeta francés, Téophile Gautier:
Rehúye siempre cualquier ritmo cómodo
como un zapato demasiado grande
en el que todo pie puede meterse.
Ha sido un placer leerte en este día, compañero.
Óscar
http://www.elbuscadordehumos.blogspot.com/
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Josefa A. Sánchez escribió:Lo mejor de este viaje es, precisamente,, el punto de destino. Del retorno ya se cuidará cada cual, si es que desea volver. Un placer subirme al vagón de cola.
Un abrazo.
Pepa
Gracias Pepa,por hacer este viaje conmigo. Tu amablidad lo pus en marcha de nuevo.
un abrazo
más dura es la caída.
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Re: Último tren a ninguna parte
Este poema tuyo, estimado amigo, como sucede con todo buen poema, tiene más de una lectura. Quizás tenga más de dos, pero yo me conformo con las dos lecturas que me han emocionado y encantado: una es literal, hacer ese viaje real y disfrutar de la memorable descripción que has hecho de los avatares de ese "traqueteado" mundo; la otra es considerando el tren como una alegoría de la vida misma. En esta visión (o cosmovisión) aparece una riqueza impresionante de sabiduría existencial donde, cada imagen, cada metáfora, contiene una profunda raíz filosófica (o verdad vital). Y para el deleite de cualquier lector de poesía como arte, se suma al valor semántico el ritmo, la forma justa, exacta, que termina por brindarnos un poema niquelado. A propósito de esta justeza del ritmo en tu poema, me vino a la mente unos versos del gran poeta francés, Téophile Gautier:
Rehúye siempre cualquier ritmo cómodo
como un zapato demasiado grande
en el que todo pie puede meterse.
Ha sido un placer leerte en este día, compañero.
Óscar[/quote]
Cada vez que interpretas mis poemas me maravillas, amigo, y me enorgulleces.
Esas diversas lecturas y distintas interpretaciones siempre son producto del subjetivismo
que se introduce en los versos. Piesno que en poesía muchas de las reflexiones y consideraciones no son lo que parecen y otras veces no parecen lo que son, pera hablando siempre en relativo.
A veces el conjunto metafórico queda recogido por una alegoría y entonces puede
cambiar el contenido de principio a fin. Es satisfactorio que la variedad se acople
en intención y gusto.
Me alegró que te gustara el ritmo y que pudieras disfrutar del conternido. Gracias por
despertar a Gautier a través de mi poema. Es un honor recibirte, lo hago con los brazos abiertos y el sentir prensado.
Un abrazo
más dura es la caída.