Carlos Justino Caballero escribió:No te explicará lo abstracto de la idea
por qué el vacío helado que invadió tu pecho
ingrávido, sin materia, sin sustancia,
pesa tanto y tanto duele.
No hay clara conciencia en ella del pasado,
no puede proyectarse hacia el futuro incierto,
no creo siquiera que note tu presente
de vida desolada y desolada muerte.
Y menos lo sabrá, si no le has dicho
que sigues en tu lucha y te resistes
a aceptar resignado la derrota eterna,
a rendir tus sueños, tus sueños con cadenas.
Sólo el calor del músculo y la sangre
te darán respuestas que entiendas y te sirvan
para que sea, el pesado vacío que te oprime,
aliado en tu lid y en tu lid espuela.
Publicado en mi libro "De soles y de escarchas". 2004
Este poema es una lúcida reflexión sobre las limitaciones del hombre y de los sueños del poeta. Lo he leído varias veces, no porque su comprensión se me haya dificultado, sino, más bien, porque me he detenido a admirar la forma en que la palabra adquiere su significado, tal como el poeta nos propone. Aquí no existe ambigüedad ni ocultamientos de las ideas poéticas. Aquí, el lector, además de valerse de las palabras tal como están fijadas por el convencionalismo social, se vale también de una simbología absolutamente accesible que el poeta ha creado, y donde la palabra adquiere su sentido definitivo.
Demás está decir, amigo Caballero, que tu poema es, según mi criterio, todo un ejemplo para los que consideramos a la poesía como una herramienta de comunicación trascendente y fidedigna entre los hombres.
En cuanto a la forma, no sé si hay una conciencia de la transgresión del ritmo imparisílabo, en cuanto a la utilización caótica de la polimetría, aunque este hecho no atenta para nada contra la cohesión del poema, ya que, en base a otros recursos (como la repetición de sintaxis, de sirremas, el paralelismo, las anáforas, etc.) has logrado un ritmo muy adecuado al tema desarrollado.
Ha sido un verdadero placer.
Óscar