Y TUVE MIEDO.

[maria eimil]

Ayer vi estrellas que me acechaban
noches colmadas de besos
al susurros de tus pasos
que abrían puertas a la ilusión.
y vi pájaros volando sobre mis sueños
violines recitandome melodías,
ayer te vi cerca de mi alma
y tuve miedo.
he sido de tí por varias lunas
tuya hasta el mismo sacrificio,
pero jamás había sentido
de tan cerca una mano
desnuda sobre mi pecho,
me levantaste el espíritu
y tuve miedo.
el alma tembló, parpadeó
vibró en tu cercanía
y tuve miedo.
hoy extraño las mil sensaciones
que me causaron tus instintos
y me siento motivada a maquillar mi mundo
a perfumar mis anhelos.
ayer el cielo estaba claro
como la transparencia de tus inclinaciones
y tuve miedo.
ahora quiero morir de los dos,
de miedo,
doblada de amor entre tus brazos.

[Alberto Batania]

"Ahora quiero morir de los dos"

Te destaco este verso porque es sensacional, superior, destacadísimo.

Hasta pronto.

[Víctor Vergara Valencia]

.

Es todo un poema muy bello. Pero coincido con Batania en ese verso, también.

Creo que al miedo hay que tenerle respeto porque sirve para avisarnos de posibles peligros.
Pero también creo, humildemente, que hay que ganarle diariamente pequeñitas batallas.
Si dejamos que sea él quien nos las gane, al final seremos nosotros mísmos quienes poquito a poco habremos alimentado un monstruo muy poderoso: EL MIEDO.

Personal y humildemente, he observado que nunca me arrepiento de lo que sí hago, porque veo inmediatamente si estaba equivocado o no (y puedo corregirlo) Pero aquello que no me atreví a hacer, me puede dejar la condena de la duda para toda la vida. ¿Y si no era para tanto?
Mis saludos.

.

[maria eimil]

"Ahora quiero morir de los dos"

Te destaco este verso porque es sensacional, superior, destacadísimo.

Hasta pronto.
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Gracias Batania por asomar, a mi humilde rincon, bienvenida.
Maria

[maria eimil]

Es todo un poema muy bello. Pero coincido con Batania en ese verso, también.

Creo que al miedo hay que tenerle respeto porque sirve para avisarnos de posibles peligros.
Pero también creo, humildemente, que hay que ganarle diariamente pequeñitas batallas.
Si dejamos que sea él quien nos las gane, al final seremos nosotros mísmos quienes poquito a poco habremos alimentado un monstruo muy poderoso: EL MIEDO.

Personal y humildemente, he observado que nunca me arrepiento de lo que sí hago, porque veo inmediatamente si estaba equivocado o no (y puedo corregirlo) Pero aquello que no me atreví a hacer, me puede dejar la condena de la duda para toda la vida. ¿Y si no era para tanto?
Mis saludos.

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Ante tu paso, y lo cierto de tu mensaje, doblo mi cabeza y guardo silencio, gracias Victor, tu haces que me sienta bien, por alguna razon debe ser, no?
un abrazo.
Maria