Nocturno

[Benjamín León]

La noche es una hembra herida por el sueño. Amada en los cartílagos oscuros donde transita el río, y el roce equinoccial de las estrellas. No la despierte el ángel que transgrede. No arrastre su cordel la luna. Ceda su corazón al rezo del fantasma que ondula entre los árboles y al ciego que adivina la belleza. Abra su majestad el velo y diga que no es cierto lo que ves, ni lo que escribo. Sea su negación lo transparente, y en ella viajen barcos y asteroides hasta morder la paz de su cintura. Cruce esta yegua triste toda incógnita para acceder al lecho, para morder la única certeza: que vamos a la muerte. Yo también la he nombrado, y he puesto en mí su carne y su esperanza: la atmósfera felina que atraviesa el signo. En esta fábula de grises: hágase al fin la rosa.

[Ramón Carballal]

Toda una lección de lirismo en poesía. Celebro abrir los comentarios a este magnífico trabajo. Saludos cordiales.

[Quinteño de Greda]

Con tu permiso, he dispuesto el poema a mi modesto entender, para una mayor claridad de los versos y sus ricas metáforas.
Lo veo muy agolpado, insisto a mi modesto entender.


La noche es una hembra herida por el sueño.
Amada en los cartílagos oscuros
donde transita el río
y el roce equinoccial de las estrellas.
No la despierte el ángel que transgrede.
No arrastre su cordel la luna.
Ceda su corazón al rezo del fantasma
que ondula entre los árboles
y al ciego que adivina la belleza.
Abra su majestad el velo y diga
que no es cierto lo que ves, ni lo que escribo.
Sea su negación lo transparente,
y en ella viajen barcos y asteroides
hasta morder la paz de su cintura.
Cruce esta yegua triste
toda incógnita para acceder al lecho,
para morder la única certeza:
que vamos a la muerte.
Yo también la he nombrado,
y he puesto en mí su carne y su esperanza:
la atmósfera felina que atraviesa el signo.
En esta fábula de grises:
hágase al fin la rosa.

Un placer la lectura.
Abrazos.

[Macedonio Tracel]

Yo no puedo imaginarlo sin estar amontonado. me imagino un chico que trae un vuelto del almacén con los billetes arrugados en la protección de las 2 manos. ya no son cualquier billete, se han llenado de ternura y de verdad. los poemas compactos atesoran en su madeja la visión de cada uno y la posibilitan. el poema está lleno de pudor para desplegarse aún pero en su ovillo podemos entrever la belleza. saludos

[Ana Muela Sopeña]

Excepcional poema, Benjamín. En prosa o en verso la cadencia es perfecta. Los versos se distinguen por su acento versal, su cadencia...

Un poema para leer muchas veces y disfrutarlo.

Lenguaje, ritmo, significado. Todo se armoniza perfectamente y permite disfrutar plenamente del milagro de la Poesía elevada a su máxima potencia.

Me ha encantado
Un abrazo
Aplausos
Ana

[Roberto López]

[quote="Benjamín León"]Cuánta belleza y qué bien expresada. Me ha encantado, Benjamín. Saludos.

[Josefa A. Sánchez]

Me parece que hace mucho tiempo que no te leía y este ¿retorno? se me antoja de una belleza sobrecogedora. El poema, así dispuesto, tiene una cadencia magnífica que arrastra hasta el hermoso final. Me ha encantado.
Un abrazo.
Pepa

[Hallie Hernández Alfaro]

Inmenso y lleno de maravillas, Benjamín.

Coincido totalmente con la hermosa respuesta de Macedonio Tracel.

Saludos y felicidad.

[Ricardo José Lascano]

Gran trabajo estimado Benjamín, me parece una obra muy bella. Felicitaciones. Saludito.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Amigo Benjamín ¡qué sorpresa!

Es una gran alegría tenerte de nuevo por aquí (ahora falta Sara .

Un poema que aperece y parece como una gran galleta de sabrosa poesía; un bloque lírico donde se adensa la poesía más concentrado.

Se ha evolucionado (siempre lo hacemos) y para bien, para muy bien.

Un fuerte abrazo, querido amigo.

[Luis Oroz]

La noche es una hembra herida por el sueño. Amada en los cartílagos oscuros donde transita el río, y el roce equinoccial de las estrellas. No la despierte el ángel que transgrede. No arrastre su cordel la luna. Ceda su corazón al rezo del fantasma que ondula entre los árboles y al ciego que adivina la belleza. Abra su majestad el velo y diga que no es cierto lo que ves, ni lo que escribo. Sea su negación lo transparente, y en ella viajen barcos y asteroides hasta morder la paz de su cintura. Cruce esta yegua triste toda incógnita para acceder al lecho, para morder la única certeza: que vamos a la muerte. Yo también la he nombrado, y he puesto en mí su carne y su esperanza: la atmósfera felina que atraviesa el signo. En esta fábula de grises: hágase al fin la rosa.

Un Poema, Benjamín, pleno de hondura y calidad.
La trasmisión, el resplandor de lo invisible a través de tu palabra, su verdad.
Un poema que nos transporta a la contemplación, a una contemplación que va mucho más allá de una imagen concreta, y que estalla en el interior de uno mismo, en la "insoportable levedad del ser", en la grandeza de la existencia en su más amplio sentido.

Me alegra mucho leerte, siempre es grata la buena poesía, más si llega de un amigo.

Bienvenido, Benjamín.
Se te echaba de menos.

Abrazos.

[Víctor F. Mallada]

Muy bonito el poema, Benjamín, lleno de imágenes contadas con buen ritmo, algo que últimamente echo de menos.

Personalmente prefiero los poemas con su forma tradicional, son más fáciles de leer, pero por lo menos este tuyo se puede seguir con toda claridad debido al buen hacer poético.

Enhorabuena, poeta.

Víctor

[Pilar Morte]

Magnífico poema lleno de lirismo y profundidad. Un disfrute que nos da tu regreso
Abrazos
Pilar

[Guillermo Cumar.]

Nos lo dejaste en forma de prosa, pero el ritmo que va vivo
por las lineas se hace verso y luce cada metáfora como hembra
que renace en cada movimiento del diáfano sentir.

un abrazo

[Javier Espinosa]

La armonía gris del que dotas tu escrito lo hace brillar, un gusto encontrarme con tus letras, saludos Benjamín