Guillermo Cuesta escribió:Tan oscuro como la noche
y tan cobarde como el miedo
a trasluz de su fuerza el mar te mira.
Te acorrala contra el confuso aplomo
y el incesante engreimiento
de la alucinación.
Aprisionado contra el vértigo
un llanto huracanado te rodea
y das por hecho, acaso,
que el consenso capaz de unirte
se acerca impenitente con su fuerza
hasta el final de la exasperación.
Las olas y su espuma inconsistente
trasportan el abismo
hasta el misterio obsceno
de la indecisión.
Conociendo de antemano
las represalias de la cobardía
quieres recuperar un alma nueva
antes de que la aurora se despierte
y deje al descubierto
alguna mala idea
y la vergüenza insatisfecha
de una forzada calma sin deseo.
Guillermo lograste describirlo muy bien; supongo que a veces de nada vale y otras al revès, como casi todo.
Un placer leerte. Un abrazo, Luna.-