EL ORIGEN DE LA TRISTEZA
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
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EL ORIGEN DE LA TRISTEZA
¿Recuerdas, madre,
cuando recorríamos las mañanas de calles llovidas,
con tu llanto en los labios
mojados en la desesperación del abandono?
Yo,
arraigado a la costumbre de la consternación,
me aferraba a las cortinas de tus faldas
con las manos ateridas de miedo y de tristeza.
Tus lágrimas resbalaban de los profundos huecos negros de tus ojos,
en tu enrojecida nariz
goteaban las mucosidades de una larga noche pasada en el desvelo,
esperando el amor que no llegaba.
¡Vamos!,
me decías iracunda,
¡vamos a sacar a tu padre de otra cama!
mientras de la mía me sacabas soñoliento y cansado.
Aun no amanecía, madre,
y al ronco trashumar del transporte público
arrastrabas de la mano tus penas en las inquietudes de tu hijo,
que no sabía comprender y callaba,
lloraba por dentro,
bebiéndose la sal de las lágrimas
en la garganta enmudecida del dolor.
Y MI PADRE CALLABA
Y mi padre callaba.
Sólo la mirada en el fuego fulminaba el silencio.
Las llamas alcanzaban la sala del recuerdo
en violentos arrebatos de furia que acababan en la alcoba de la testosterona.
La selva se anidaba en bramidos.
Al fondo del cubil
el cachorro lamía las heridas del miedo en los ojos del asombro
y en oídos que escuchaban la atenta sinfonía del placer
intentando callar la espasmódica armonía con sus manos de infancia.
¿Cómo es posible amar lo que nos duele tanto?
La pregunta caía en un abismo
en el que Dios no sabía las respuestas.
El Cristo volteaba su infinita tristeza
desde el monte de olivos,
con la mirada fija en la ciudad bendita.
Hincado le rezaba por salvar la familia,
que en el amor un espacio se hiciera para siempre en la casa.
Mas el padre se iba.
La leona se quedaba dormida en el cansancio,
satisfecha la herida.
Volvía la soledad a instalarse en el silencio
de la indiferente mirada del que huía.
Roto en pedazos,
el corazón de un niño dejaba de latir
en el instante del frustrado anhelo de amor y de caricias.
- Miguel Alcantud
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re: EL ORIGEN DE LA TRISTEZA
Gracias por este poema. Un abrazo
- F. Enrique
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Un saludo.
(Franz Kafka)
https://vampirosypoetas.blogspot.com/20 ... oesia.html
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- Blanca N. García González
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Un placer leer su conmovedor escrito, le dejo mis saludos cordiales.
HOY SERE FELIZ
Blanca N. García González
(TARDE GRIS)
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Re: re: EL ORIGEN DE LA TRISTEZA
Este par de poemas, que he abrigado bajo el título común de EL ORIGEN DE LA TRISTEZA, no tienen otro fondo que el de ser un ajuste de cuentas a cierta parte del inconsciente que insistentemente se atravesaba en el camino de mi libertad interior... fantasmas de la infancia que me atormentaban y que, una vez dotados de sustancia psíquica objetiva han dejado de ser una carga en sí, para ser consciencia del leitmotiv de las percepciones subjetivas que han dominado mi existencia... Los lloré, cierto, pero en cada lágrima se disolvió un eslabón de la cadena que me ataba a la melancolía...Miguel Alcantud escribió:Cuanto dolor en estas letras amigo Juan, y cuanta magia y cuanto amor, y cuanto sentimiento...
Gracias por este poema. Un abrazo
Hoy los presento como un elemento explicativo del argumento subyacente de EN LA VÍA DEL TAROT...
Valoro y agradezco la huella de tu paso...
Con afecto te abrazo...
Juan Marcos
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re: EL ORIGEN DE LA TRISTEZA
Abrazos
Pilar
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- Registrado: Jue, 12 Abr 2012 23:55
Desde luego que el tamiz de la memoria de alguna forma modifica los hechos objetivos, y más cuando se observan a través de una subjetividad modificada: el individuo que recrea en la melancolía los recuerdos del infante que vivió con las precarias herramientas de su subjetividad los acontecimientos es, desde todo punto de vista, un "otro"... sin embargo, lo que identifica a uno y a otro es, en última instancia, la sustancia psíquica que permanece como herida en el alma, y que es fuerza y motor de un par de poemas biográficamente existenciales como estos...F. Enrique escribió:Has construido, Juan, un largo y estupendo poema que se basa en el recuerdo y el dolor, entre todo lo bueno, que es mucho, se me queda resonando tu pregunta "¿Cómo es posible amar lo que nos duele tanto?"
Un saludo.
Y sí, creo que el cuestionamiento, aun con todas las diferencias del color del cristal con que se aprecie la existencia, es del todo pertinente...
Te abrazo con afecto...
Juan Marcos