YO TE HICE

[Miguel Alcantud]

Te até a las penumbras del olvido
con esta sinrazón que me maltrata,
y nada es más dolor que tus ausencias
en madrugadas vivas y distantes,
en instantes de magia y deseos de aurora.

Te até a las alcobas del recuerdo
y te mantuve lejos de los días,
adormecida en ruegos y susurros,
en palabras de sueños
y mentiras de amante imaginario
esperando que el tiempo te escribiera
en los renglones pobres de la penumbra.

Y ahora, cuando las voces parten
hacia el miedo, no tengo nada
que me cure las heridas
de las tardes de amores inventados,
de los senos sentidos entre nieblas,
de los sexos mentidos
en los secos torrentes de tu boca,
de la loca pasión de soledades
y los llantos de amores
ateridos en las manos huecas de la memoria.

Yo te hice de historias deseadas
cuando tu boca nunca me detuvo,
ni amanecieron auroras a tu lado,
ni siquiera mi herida fue tu herida,
ni mi tiempo tu tiempo,
ni tu olvido mi llanto,
ni mi canto tu nombre de sal
ni el mar, besó la primavera
de tus pies descalzos.

[Juan Marcos]

La construcción de la otredad del ser en nuestro ser... en el anhelo de la aprehensión de la esencia en que la suma es igual a la unidad y aún así, en el momento de la claridad, la consciencia se apresta a confesar que en el espejo es la imagen de la idea propia de la otredad lo que muestra el reflejo...

Un abrazo afectuoso.

Juan Marcos

[F. Enrique]

Hemoso y contenido, Miguel, en la obsesión que lo acompaña, este poema nos habla de una historia conocida por todos aquellos que amamos, y ¿qué más da? Está muy bien contada, se deja sentir en cada verso, y siempre admite una nueva vuelta de tuerca, y eso es lo que tú haces.

Un abrazo.

[Miguel Alcantud]

La construcción de la otredad del ser en nuestro ser... en el anhelo de la aprehensión de la esencia en que la suma es igual a la unidad y aún así, en el momento de la claridad, la consciencia se apresta a confesar que en el espejo es la imagen de la idea propia de la otredad lo que muestra el reflejo...

Un abrazo afectuoso.

Juan Marcos

Te agradezco enormemente tu comentario, Juan Marcos, porque puedo comprobar que la idea del poema ha podido ser captada, a pesar de que la vehemencia a veces me haga escribir un poco oscuramente. Un abrazo

[Miguel Alcantud]

Hemoso y contenido, Miguel, en la obsesión que lo acompaña, este poema nos habla de una historia conocida por todos aquellos que amamos, y ¿qué más da? Está muy bien contada, se deja sentir en cada verso, y siempre admite una nueva vuelta de tuerca, y eso es lo que tú haces.

Un abrazo.

Muchas gracias por dejar tu comentario entre mis palabras. Un abrazo