
Nunca me gustaronlos domingos.
Dan esa sensaciòn de invierno
de frìo en los huesos
la conciencia de saberse
sustancialmente efìmeros
soplos de un aire
que no llena los pulmones
hojas -que en su caìda-
intentan atrapar su momento de suspensiòn.
Aclaremos algo:
la vida no es vos o yo
ni siquiera ese nosotros imaginado
pero este transcurrir
podrìa, acaso
no sentirse como una caìda
al vacìo.