Hoy no puedo morirme

[Mario Martínez]

Hoy no puedo morirme.
Lo siento, mas no tengo
tiempo para perderlo con tus pequeñas cosas.
He dejado inconclusas
mil emociones nuevas que no admiten demora,
ilusiones tardías que buscan en el alma
rincones donde asirse,
recuerdos que he logrado
rescatar ayer mismo de la esquiva memoria.
Aún debo mis disculpas
a varios conocidos a los que sin quererlo
herí con la torpeza de mi arrogancia altiva,
con el gesto iracundo
o la injusta palabra.
Aún debo aclarar cosas que a menudo me inquietan,
como si Dios existe
o la verdad es eterna,
si fue feliz mi vida, si mereció la pena
tribulaciones, llantos,
tanta renuncia expresa que atrás fuimos dejando.

¡Que no puedo morirme!
¡Me da igual si te empeñas!, tengo fechas pendientes.
Quiero ver como un día trepa la verde hiedra
que sembré la otra tarde a la sombra del patio.
Quiero saber si el nido del árbol de la plaza
que despobló el invierno,
se llena de gorriones allá por primavera.
Y tengo que decirle a mi mujer te quiero
más de doscientas veces,
todas las que el silencio de una manera absurda
me congeló en los labios;
y decirle a mis hijos
que es el amor quien dicta cada paso que he dado,
y saberlos felices en un mundo que luce
fanal de desencantos.
Tengo varios poemas a falta de unos versos,
un corazón que siente,
una mente que piensa,
y unos viejos oídos que esperan derretirse
oyendo la dulzura de la palabra abuelo.

Así que ya ves, muerte, no es el mejor momento.
Marcha y vuelve otro día,
cuando pase algún tiempo,
cuando me sienta inútil
y tenga el alma toda repleta de silencios.



Mario

[José Manuel Sáiz]

Quietos! Que nadie se adelante; para mí el honor del primer comentario.
Magnífico.
El poema atrapa desde el primer verso.
Para mí uno de tus mejores poemas, me identifico con el estilo.
Me ha encantado, te lo digo de corazón.
Un abrazo, querido amigo. Y gracias.
J. Manuel

[Pilar Morte]

Muy emotivo y hermosísimo este poema que llena de vida en su lectura. Me gustó y lo disfruté.
Felicidades
Abrazos
Pilar

[Josefa A. Sánchez]

De los que se leen con un nudo en el pecho, con la garganta seca y con los ojos húmedos, como se escucha una gran sinfonía o se contempla un paisaje único. Un poema de los que hacen que la palabra POESÍA se escriba con mayúsculas. Un privilegio grande venir.
Un abrazo.
Pepa

[Mario Martínez]

Gracias, José Manuel.
Es un poema al que hice como tú en alguno, revisarlo un poco, aunque no demasiado.
Me alegra que te haya gustado, tus elogios son siempre bien recibidos, ya que me consta tu sinceridad más absoluta. Abrazos, amigo mío.
Mario.

[Guillermo Cumar.]

Magnánimo sentir, y contrita confesión de los deberes. Entre ellos llegar a ser abuelo, que por cierto sé que da un montón de satisfaciones e incorduras. Volvemos a ser niños.
Me encantó tu poema. Sigue vivo hasta que quieras decir que estás dispuesto
a hacernos compañía donde sea.

Un abrazo

Guillermo

[Mario Martínez]

Gracias Pilar, me alegra que te haya gustado, ya sabes como valoro tu opinión. Un abrazo.
Mario.

[Isabel Moncayo]

Jolines, Mario, que me has dejado un no sé qué en el cuerpo, son de esos poemas de pulso a la vida que arrollan en un mismo sentir. Quedan muchas cosas, claro que sí, ahh, cuánto me has emocionado, esto debe ser la poesía.

Un abrazo.

[Liz Barrio]

Hermosísimos versos. Para leer y releer.
Aplausos de pie, poeta

[Julio Gonzalez Alonso]

¿Qué decir? Que tu poema encierra toda la hermosura de lo que la vida es y atesoramos. Y que merece la pena vivirla con los demás. Enhorabuena, Mario. Con un abrazo.
Salud

[Gerardo Mont]

Un poema lleno de esas cosas que nos son cercanas a la mayoría y de inmensa importancia, como el respirar mismo, porque en conjunto forman lo que llamamos vida. De lujo esta lectura, sin duda. Mis abrazos de amigo.

[jose junco]

Es un magnífico poema amigo Mario. Escrito con la naturalidad y la profundidad con que se debe escribir la buena poesía. Salud.

[lazaro Habana]

Hoy no puedo morirme.
Lo siento, mas no tengo
tiempo para perderlo con tus pequeñas cosas.
He dejado inconclusas
mil emociones nuevas que no admiten demora,
ilusiones tardías que buscan en el alma
rincones donde asirse,
recuerdos que he logrado
rescatar ayer mismo de la esquiva memoria.
Aún debo mis disculpas
a varios conocidos a los que sin quererlo
herí con la torpeza de mi arrogancia altiva,
con el gesto iracundo
o la injusta palabra.
Aún debo aclarar cosas que a menudo me inquietan,
como si Dios existe
o la verdad es eterna,
si fue feliz mi vida, si mereció la pena
tribulaciones, llantos,
tanta renuncia expresa que atrás fuimos dejando.

¡Que no puedo morirme!
¡Me da igual si te empeñas!, tengo fechas pendientes.
Quiero ver como un día trepa la verde hiedra
que sembré la otra tarde a la sombra del patio.
Quiero saber si el nido del árbol de la plaza
que despobló el invierno,
se llena de gorriones allá por primavera.
Y tengo que decirle a mi mujer te quiero
más de doscientas veces,
todas las que el silencio de una manera absurda
me congeló en los labios;
y decirle a mis hijos
que es el amor quien dicta cada paso que he dado,
y saberlos felices en un mundo que luce
fanal de desencantos.
Tengo varios poemas a falta de unos versos,
un corazón que siente,
una mente que piensa,
y unos viejos oídos que esperan derretirse
oyendo la dulzura de la palabra abuelo.

Así que ya ves, muerte, no es el mejor momento.
Marcha y vuelve otro día,
cuando pase algún tiempo,
cuando me sienta inútil
y tenga el alma toda repleta de silencios.



Mario

Hay momentos donde recapitulamos y vemos que hemos dejado muchas cosas inconclusas , otras injustas, y algunas hechas sin querer.
Es un buen poema Mario, un pase de revista , un diálogo con uno mismo
con el acierto de haber sido lo mejor que fuimos o con el remordimiento de no haberlo sido. Es de los poemas que llamo constructivos..


abrazos siempre

lázaro.

[Roberto López]

Hoy no puedo morirme.
Lo siento, mas no tengo
tiempo para perderlo con tus pequeñas cosas.
He dejado inconclusas
mil emociones nuevas que no admiten demora,
ilusiones tardías que buscan en el alma
rincones donde asirse,
recuerdos que he logrado
rescatar ayer mismo de la esquiva memoria.
Aún debo mis disculpas
a varios conocidos a los que sin quererlo
herí con la torpeza de mi arrogancia altiva,
con el gesto iracundo
o la injusta palabra.
Aún debo aclarar cosas que a menudo me inquietan,
como si Dios existe
o la verdad es eterna,
si fue feliz mi vida, si mereció la pena
tribulaciones, llantos,
tanta renuncia expresa que atrás fuimos dejando.


¡Que no puedo morirme!
¡Me da igual si te empeñas!, tengo fechas pendientes.
Quiero ver como un día trepa la verde hiedra
que sembré la otra tarde a la sombra del patio.
Quiero saber si el nido del árbol de la plaza
que despobló el invierno,
se llena de gorriones allá por primavera.
Y tengo que decirle a mi mujer te quiero
más de doscientas veces,
todas las que el silencio de una manera absurda
me congeló en los labios;
y decirle a mis hijos
que es el amor quien dicta cada paso que he dado,
y saberlos felices en un mundo que luce
fanal de desencantos.
Tengo varios poemas a falta de unos versos,
un corazón que siente,
una mente que piensa,
y unos viejos oídos que esperan derretirse
oyendo la dulzura de la palabra abuelo.

Así que ya ves, muerte, no es el mejor momento.
Marcha y vuelve otro día,
cuando pase algún tiempo,
cuando me sienta inútil
y tenga el alma toda repleta de silencios.



Mario

e
Qué enorme poema, Mario, cuánta energía desborda, cuánta alegría de vivir y compromiso con la vida. Mi más ferviente enhorabuena. Me has alegrado esta noche de brumas interiores. Gracias y saludos, amigo.

[Tristana del Solar]

Todo un placer la lectura de esta conversación con la muerte, me queda una sensación de inocencia en tus bonitos versos.
Un saludo.