Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Es cierto que hay amores incondicionales. Bien lo has entendido.Juan Fionello escribió:Hallar el sino con la espada rota,
las uñas troceadas y un canto en la mirada.
Qué buen comienzo y qué buen poema, Pilar. Ciertos amores son incondicionales, independientes de otra cosa que no sea el propio amor.
Un poema estupendo.
Un abrazo.
Gracias; Mario, por visitar estos versos y dejar tu valiosa huellaMario Martínez escribió:Hola Pilar.
Misticidad y belleza en tu poema, amiga mía, y dosis de amor, sentimiento necesario para que un poema fluya con esa sencillez y hermosura. Abrazos.
Mario.
Pilar Morte escribió:
Pero respetaré si algún día no cantas.
Pilar Morte escribió:Hallar el sino con la espada rota,
las uñas troceadas y un canto en la mirada.
Llegar como palomas perdonadas,
sin más atril que las manos abiertas,
ni más laurel que esencia de los bosques.
Sideral, como astro renovado,
habitado en las propias sombras sobre un rayo infinito,
desnudo de ignorancia sobre la fe del hombre.
Así, como templario sin escudo
(hermandad de los siglos) sin más huída
que la ceñida sobre mármol.
ni más doctrina que la voz de dentro,
esa que te hace libre y poderoso.
Interiorizado, sediento, con fiebre de los vivos,
abrazos lastimando soledades.
Así me gustas, sangre de mis genes,
buscador incansable del amor,
sepulturero de maldades,
escala dulce.
Pero respetaré si algún día no cantas.
Pilar Morte escribió:Hallar el sino con la espada rota,
las uñas troceadas y un canto en la mirada.
Llegar como palomas perdonadas,
sin más atril que las manos abiertas,
ni más laurel que esencia de los bosques.
Sideral, como astro renovado,
habitado en las propias sombras sobre un rayo infinito,
desnudo de ignorancia sobre la fe del hombre.
Así, como templario sin escudo
(hermandad de los siglos) sin más huída
que la ceñida sobre mármol.
ni más doctrina que la voz de dentro,
esa que te hace libre y poderoso.
Interiorizado, sediento, con fiebre de los vivos,
abrazos lastimando soledades.
Así me gustas, sangre de mis genes,
buscador incansable del amor,
sepulturero de maldades,
escala dulce.
Pero respetaré si algún día no cantas.
