
Para escribir, necesito una pluma
entintada, un cuaderno con líneas
que se armonice con mi inspiración;
un cafecito con un poquitito
de flores de olor. Poquito de azúcar,
me gusta simplón. Negro, delicioso
que queme los labios. Poca canela
y mucho sabor, a café Colombia,
que les juro amigos es el mejor.
Cuando me muera les pido un favor,
no lleven flores, ni jaculatorias
beban un rico café en mi memoria
y en el sepulcro descansaré por fin.