Dieciséis años

[Vicente Fernández-Cortés]

Volver a la luz desde el fondo del abismo.

Y jugar con niños azules a la bondad y a la lujuria.

Mi cuerpo al que le han crecido alas para
ser el pájaro de la ilusión, su figura alegre.

Y el amor con sus serpientes blancas viajando
en trenes nocturnos hacia los ojos de un cristal mudo.

Espectacular cierre en un conjunto que atrapa desde el principio.

Mi abrazo

[Ramón Carballal]

Me encanta tu forma de versar, intensa, profunda.
Un gusto enorme la lectura.

Gracias, Lila, eres muy amable. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Volver a la luz desde el fondo del abismo.

Y jugar con niños azules a la bondad y a la lujuria.

Mi cuerpo al que le han crecido alas para
ser el pájaro de la ilusión, su figura alegre.

Y el amor con sus serpientes blancas viajando
en trenes nocturnos hacia los ojos de un cristal mudo.

Nostálgico y bien reflejada la metáfora. Mi felicitación.
Un abrazo amigo.
BEGOÑA.

Gracias, Begoña, por la lectura y el comentario que me dejas. Un abrazo.

[Ramón Carballal]

Volver a la luz desde el fondo del abismo.

Y jugar con niños azules a la bondad y a la lujuria.

Mi cuerpo al que le han crecido alas para
ser el pájaro de la ilusión, su figura alegre.

Y el amor con sus serpientes blancas viajando
en trenes nocturnos hacia los ojos de un cristal mudo.

Hola, Ramón. A ráfagas vengo por aquí y te saludo leyéndote, porque tus poemas, que son el lugar de lo imposible, suceden desde esa realidad en donde todo lo imcomprensible, todo lo que no entendemos se hace verosimil y entendible al fin. Desde la otra margen, se ofrece el hombre cargado de experiencia para entregarnos los símbolos de lo universal, ahora, transmutados en "niños azules" "pájaros de la ilusión" "trenes nocturnos"... El poeta creando un espacio común en donde uno puede entenderse a sí mismo y entender a los otros.

Un abrazo

Te agradezco el bonito comentario, Emilio. Siempre es una alegría verte por mis letras. Un fuerte abrazo.

[Ramón Carballal]

Volver a la luz desde el fondo del abismo.

Y jugar con niños azules a la bondad y a la lujuria.

Mi cuerpo al que le han crecido alas para
ser el pájaro de la ilusión, su figura alegre.

Y el amor con sus serpientes blancas viajando
en trenes nocturnos hacia los ojos de un cristal mudo.

Espectacular cierre en un conjunto que atrapa desde el principio.

Mi abrazo

Muchas gracias, Vicente, por tus amables palabras. Un abrazo.