Alberto de la Mata escribió:Estremecedor y hermosísimo tu poema, un gusto enorme leerte, poeta.
Abrazos.
Muchas gracias Alberto, me alegra que me hayas leído.
Abrazos para ti
Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Gabriela Cobian escribió:Magnífico poema, con mucha fuerza, es espléndido para proporcionar ánimo a todas aquellas mujeres que han perdido la esperanza. Un abrazo
Gabriela
Rafel Calle escribió:Aprovecho la lectura de tu gratísimo poema, amiga Liz, para desearte una feliz Navidad. Es un placer interrelacionarme con compañeras como tú.
Un cordial abrazo.
lazaro Habana escribió:Un poema que toma de la mano y que muestra
cuan valiosa es la solidaridad.
Hay sentimientos propios pero los hay comunes, éstos son los que unen porque
resuena lo del otro tambien en uno.
Tu lo expones de maravilla.
te aplaudo Liz
abrazos
lázaro
Gabriela Cobian escribió:Liz, hermosas palabras de aliento para todas esas mujeres que viven una lucha contra el cáncer, tienes razón son mujeres valientes que por un momento pierden la fé pero en otro punto la recuperan. Espléndido poema, felicidades!!
Abrazos
Gabriela
Administración Alaire escribió:Enhorabuena, amiga Liz, por el premio como Poema de la Semana que han otorgado los compañeros a tu obra "De frío nombre".
Un cordial abrazo.
Liz Barrio escribió:Memoria del dolor
eco perdido que se arroja al hueco de una lágrima.
Están vacías las horas, expuestas y enfermas
se va el tiempo aquél de risas entre sueños
para luego mirar
con augusto duelo
el epitelio rasgado, la infiltrada agonía...
Areola tímida, expuesta al miedo,
síntoma desdentado, espanto.
Si la emboscada disfrutas, si hallas la terca asfixia,
rómpete como el día al beso de la noche
carcinoma de frío nombre y temprana fiereza.
Mujer valiente, mujer de miel y calor de tarde
no te nubles,
no te canses.
Yo te pido esa lámpara que tiembla.
Ligera la mente abre la risa;
arma tu flor sin presagios inalterables.
Rendiremos al ácido acompañante,
habrá que doblar su fama negra
y hundir al rompe nidos
en la victoria de fuego.
Sea silencio su cobardía, locura recóndita
imposibilidad su juego...
Déjame acompañarte amiga,
toma incansable el ancho latido
y pronuncia con tu pupila en la mía
sólo esta palabra:
Vida.
Con mi respeto a las valerosas y admirables mujeres que enfrentan el terrible cáncer de mama.