
Hay árboles varados al camino
solemnes
taciturnos
cubiertos de quietud
y aún así
pueden hablar de campos
de invierno y de insomnio
Los árboles observan
como cae el otoño en la naranja
y el verdor del verano en la maceta
la textura del polvo
cuando llega la noche por sus cuevas
porque saben –los árboles-
que de la soledad nace el poeta
Marina Centeno
Yucatán México