Antonio Justel escribió:Hallie Hernández Alfaro escribió:I
Ocho años, pies planos, corazón rojo, un hormiguero con terrones de nieve.
Parolas y ahogos, catastro de quejas agridulces.
Caminas, bailas, actúas; tocas la melena de un centauro volador.
Hay que aprender a nacer, niña.
II
Once velas queman la mesa y obvian las zarzas de agosto. No duele, no duele.
Crecen los adverbios de mi cintura, las tardes de colegio, los miedos que doblan la esquina.
Me sueñas, filibustero. Y yo rasgo el viento para crearte.
III
Ventiséis, poca edad para el abecedario de una muerte
y su léxico de obra innecesaria.
Parece que junio aprendió a llorar la despedida de las madres.
IV
Se columpian los sinos para preñar la luz y ahuyentar los arpones,
maceramos la cábala de cuatro guerreros hijos.
Te sueño, te sueño y beso la greda que alimenta el reloj de tus zapatos.
Hallie
... estamos a 13 y leo 13 versos de la compañera Hallie Hernández Alfaro; podría detenerme mucho rato en cada uno de ellos, acaso en cada palabra, en sus significados individuales y concatenados, en sus tonos implantados como músicas y racimos de belleza por aquí y por allá e implementándose luz entre ellos, pues el recuerdo construye en la memoria toda una suerte de templo propio; ¿ y las metáforas, las imágenes...?; siempre, siempre sorprendes, querida amiga; se nota que construyes alto, alto y luego reconstruyes lentamente, con el prestigio del orfebre a quien ya no interesa sino el esplendor final de su obra: la pura creación; nada más, amiga; Orión
Antonio querido, ¿cómo se puede agradecer tantísima belleza y solidaridad en un comentario? Tu generosidad me favorece, lo sé bien. Pero, ¿sabes? también me llena de emoción y compromiso para seguir intentando obras dignas. He aprendido mucho durante estos años con tu valiosa compañía, tu lirismo humanitario, tu mundo versal. Soy muy afortunada de contar con tu amistad (que se me hace imprescindible)
Abrazo fuerte, muy fuerte.
Hallie