Poema de amor (o lo que sea esto)

[Juan José Lunar]

Os dejo un romance con recitado (No estoy seguro de usar el foro adecuado. Por favor, de no ser así, indíquenmelo).


Como estoy quieto y callado,
sin chillar ni romper nada,
se piensan que estoy enfermo
porque tengo mala cara,
y me han ponido el tremótremo
y me han llevado a la cama
aunque yo ya se lo he dicho
que no me pasaba nada.

Pero como a los pequeños
nunca nos escucha nadie
me tienen sin ver la tele
y en la cama a media tarde;
pues yo no pienso dormirme
voy a pensar en hablarte
con tanta fuerza que puede
que consiga conectarte


Esta mañana en el patio,
como siempre, te esperaba,
y en vez de venir conmigo
como todas las mañanas,
a sentarnos en el banco
que han puesto junto a la entrada,
a jugar a los bandidos
que rescatan a las damas,
o a hablar de cosas de asco
a ver a quién le da arcadas,
o imitar a los maestros
cada vez que nos regañan…
te vi salir con el niño
que la semana pasada
casi le gano luchando;
y vi cómo te reías
y vi cómo le mirabas,
y yo me quedaba solo
y tú no decías nada.

De vez en cuando la puerta
de mis habitación se abre,
y viene a tocar mi frente
sin hacer ruido mi madre,
pero yo no me distraigo
que tengo que concentrarme
en darte mis pensamientos
antes de que sea tarde.

Cuando jugabas conmigo
en el banco de la entrada,
aunque nunca te lo dije
sentía una cosa rara
aquí, justo en la barriga,
como bichitos con alas
volando hacia todas partes,
y siempre que te miraba
-me da vergüenza decirlo-
me parecías tan guapa
que miraba hacia otro lado
para que no lo notaras.
Y luego cuando te ibas
yo pensaba en tus palabras,
en tu pelo tan bonito,
en tu boca y en tu cara
en la forma de reírte
de todas mis payasadas.
un día pensé en besarte
y a poco no se me escapa.

Ya casi está oscureciendo
por detrás de los cristales
y hay un vasito de leche
que me ha traído mi madre,
tengo la garganta seca
y un calor insoportable
pero no voy a beber
que tengo que conectarte

Hoy, cuando estabas con ese
tonto que no sabe nada
ni de hacer reír a nadie,
ni de bandidos y damas,
ni de lagartos babosos,
ni de pedos, ni de cacas…
Se puso a llover ¿Recuerdas?
y os fuisteis a la ventana
que está bajo el portalón,
y yo me quedé en la entrada
por si quisieras buscarme
de pronto, que me encontraras;
no me importaba que llueva,
la lluvia no es más que agua,
aunque estuviese calándome
casi toda la mañana
pero tú no me miraste
ni un poco, y yo sí miraba
cómo reías y cómo
con todo el pelo en la cara
pegado de tanta lluvia
seguías siendo tan guapa.

Estoy sudando un montón
y tengo frío y calambres,
y me ha ponido el temótremo
sin darme cuenta mi madre
y dice que sí estoy malo
pero no puedo asustarme
porque tengo que seguir
intentando conectarte
¿Te imaginas que me digas
mañana que me escuchaste?

Ya tengo casi seis años
que los cumplo esta semana
y vamos a hacer merienda
con tarta y todo en mi casa
que mi madre es la mejor
cocinera de las tartas
y bocadillos de chóped
de todo el mundo de España.
si vienes voy a pedirte
que si a ti no te importara
nos casemos de mayores
y mientras, si me dejaras,
que sea tu novio siempre
¡pero besos, en la cara,
nada de besos de lengua
ni las otras cochinadas!
y si tengo que salvarte
del tonto de esta mañana
y aunque es más fuerte y me puede
yo le doy una patada
que aunque me dé una paliza
es peor no ver tu cara
cuando me siento en el banco
¡Eres tan buena, tan guapa,
que si tú no me quisieras,
lo demás, no importa nada!

Creo que me estoy durmiendo,
no veo nada ni a nadie,
no escucho ningún sonido,
y ya no tengo calambres
ni frío, ni sé si sudo,
ni si está cerca mi madre,
parece que estoy flotando
dormido en medio del aire...

Juanjo

[Ana Muela Sopeña]

Hay una gran ternura en este romance, Juanjo.

He disfrutado leyendo este poema que nos hace regresar a la infancia.

Muy bueno, compañero de versos
Un beso grande
Ana

[Juan José Lunar]

Hay una gran ternura en este romance, Juanjo.

He disfrutado leyendo este poema que nos hace regresar a la infancia.

Muy bueno, compañero de versos
Un beso grande
Ana

Gracias, compañera, Ana.

Bueno, no sé si logré mucha ternura pero quise explorar un tratamiento más desenfadado del que acostumbro, mientras practico identidades de pellejo ajeno.

Te agradezco la lectura y el comentario. Recibe un abrazo, compa.

Juanjo