en blanco

[Gober Lila]

El peregrino me ha lamido la mano y las orejas

ha pasado sin llamar y se ha dormido

Y se enciende en la nocturna oscuridad

si se espera con rigor, en la alborada de penumbra

una antorcha que desprende lumbre y humareda

hacia los costados, en las sombras verdes

Y se escucha su crujiente crepitar en la penumbra

como se escucha la escarcha al crepitar

Mantenedor el silencio del sonido de la hoguera

que me daña los oídos y los tapo

Acunándome la cara entre las manos De ojos en la oscuridad Mantenedor del universo de penumbra El ojo grande está en la oscuridad
El que respira y vive en la oscuridad
El ojo del que respira el silencio
El que espera, de llamadas por cegar la luz del mar

con su espera, cargada de fruta y de flores

que son flores, son de amor y son recuerdos.

[Ignacio Fajardo]

Es la primera vez que me acerco a tu poesía y me has sorprendido. Todavía no tengo un criterio, porque este poema es complejo. Así que espero seguir leyéndote para intentar comprender mejor tus propuestas.

Un abrazo.

[Israel Liñán]

Wow Lila, desde luego imaginación no te falta, lo he leido varias veces, por partes y me quedé impactado con las imágenes y los giros desconcertantes del poema.

Un placer de lectura.

[Nésthor Olalla]

GOBER...

Sí, un tanto desconcertante tu propuesta, no exenta de interés.

Un gusto, hermano.

[Mario Martínez]

Hola Gober.
Desconcentante en verdad este poema, amigo mío.
Parece que no tuviese un hilo de conexión en algunos pasajes, pero sin embargo, es imaginativo
y yo diría que hasta misterioso.
En fin, que me dejó pensando, que no es poco. Abrazos.
Mario.

[Tristany Joan Gaspar]

Hola Gober.

Tu poema me ha llamado mucho la atención.
Es misterioso y atrae la atencion por la forma en que está escrito y por el contenido.

Mis felicitaciones por tu estilo.

Nos vemos en un próximo poema.

Un afectuoso abrazo

Joan

[Aubriel Camila de la Prad]

El peregrino me ha lamido la mano y las orejas

ha pasado sin llamar y se ha dormido

Y se enciende en la nocturna oscuridad

si se espera con rigor, en la alborada de penumbra

una antorcha que desprende lumbre y humareda

hacia los costados, en las sombras verdes

Y se escucha su crujiente crepitar en la penumbra

como se escucha la escarcha al crepitar

Mantenedor el silencio del sonido de la hoguera

que me daña los oídos y los tapo

Acunándome la cara entre las manos De ojos en la oscuridad Mantenedor del universo de penumbra El ojo grande está en la oscuridad
El que respira y vive en la oscuridad
El ojo del que respira el silencio
El que espera, de llamadas por cegar la luz del mar

con su espera, cargada de fruta y de flores

que son flores, son de amor y son recuerdos.

Es misterioso tu poema, ha dicho Joan Tristany. Sí, es misterioso, creo que justamente eso es lo que me atrapa de él, produce una suerte de fascinación.
Es laberíntico y lleno de recursos sensoriales.
Me encantó!

Besos.

[enrique sanmol]

Tal pareciera como si el duermevela del caminante culminara en una vela total, una noche en blanco, una vela donde el silencio y el calor de la hoguera dejan paso a imágenes de espera que también son recuerdos "de fruta y de flores".

Posiblemente mi interpretación no tenga nada que ver con la intención del autor, pero eso me hicieron sentir estas letras.

Un placer la lectura. Un cordial saludo.