Goce.

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Moderador: Rafel Calle

Sergio Gómez
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Goce.

Mensaje sin leer por Sergio Gómez »

Supongo que no habrá problema en poner un poema que ha pasado por el foro de poesía. Me interesa mucho el análisis que se pueda hacer de él. Aprendo bastante de lo que se dice de poemas de otros autores y creo que tenía que atreverme a pasar algo mío por este tamiz. Seguro que aprenderé de mis defectos y de mis logros. Gracias por anticipado.

GOCE
Yo sabía que el goce era la destrucción
pero seguía jugando en la tiniebla,
a la hora del tiempo desvanecido,
a través de la serpiente que nos rodeaba,
en un trayecto terrorífico por su dulzura.

Sabía que mi deseo eran un teatro efímero
un paréntesis de barro,
donde se vomitaba el alma.
Un espectador declamaba sin ninguna intención.
El actor, de idéntica máscara
moría en escena a cada minuto.
Mientras, cada nube que caía cegaba un maestro
regaba un delirio.

Sabía que el más bello reflejo era una ficción
creadora de una transparencia derretida,
en el instante de los objetos traspasados
y del hechizo pregonero de tristezas.
Las voces sonaban como tiroteos lejanos.
El silencio delicioso de tu desnudez
plasmaba un grito acrílico entre mis ojos:
un verdad provisional y aullada.

Sabía todo aquello que ignoraba
cuando gozaba juntos muerte (la más sentida ausencia)
y éxtasis (la más sentida presencia):
el fin,
el milagro que guardabas en el bolsillo,
el delito,
tu diagnóstico declarado e inverosímil,
el castigo,
la mitad entre tu ansiedad y mi torpeza.

Ahora que la nada
se aloja en el aire kilométrico,
tras el tiempo sentenciado,
no sé qué puedo esperar
porque no sé qué debo recordar.

Me temo que pides que mate lo eterno
después de agotarlo
sangrar igual a recordar
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Jerónimo Muñoz
Mensajes: 2704
Registrado: Vie, 23 Nov 2007 19:54
Ubicación: Málaga (España)

re: Goce.

Mensaje sin leer por Jerónimo Muñoz »

GOCE

Yo sabía que el goce era la destrucción
pero seguía jugando en la tiniebla
a la hora del tiempo desvanecido,
a través de la serpiente que nos rodeaba,
5 en un trayecto terrorífico por su dulzura.

Sabía que mi deseo eran un teatro efímero
un paréntesis de barro,
donde se vomitaba el alma.
Un espectador declamaba sin ninguna intención.
10 El actor, de idéntica máscara
moría en escena a cada minuto.
Mientras, cada nube que caía cegaba un maestro
regaba un delirio.

Sabía que el más bello reflejo era una ficción
15 creadora de una transparencia derretida,
en el instante de los objetos traspasados
y del hechizo pregonero de tristezas.
Las voces sonaban como tiroteos lejanos.
El silencio delicioso de tu desnudez
20 plasmaba un grito acrílico entre mis ojos:
un verdad provisional y aullada.

Sabía todo aquello que ignoraba
cuando gozaba juntos muerte (la más sentida ausencia)
y éxtasis (la más sentida presencia):
25 el fin,
el milagro que guardabas en el bolsillo,
el delito,
tu diagnóstico declarado e inverosímil,
el castigo,
30 la mitad entre tu ansiedad y mi torpeza.

Ahora que la nada
se aloja en el aire kilométrico,
tras el tiempo sentenciado,
no sé qué puedo esperar
35 porque no sé qué debo recordar.

Me temo que pides que mate lo eterno
después de agotarlo




Antes de comentar los detalles de carácter estético, nos vamos a permitir unas leves consideraciones ortográficas.

Vemos que se ha optado por una escritura con signos de puntuación (lo que no siempre es la voluntad del poeta), opción que nos parece la mejor, no ya en general, sino en este texto en particular, que parece exigirlo. Dada esa voluntad puntuacional expresada, nos llaman la atención los siguientes fragmentos:

El actor, de idéntica máscara
moría en escena a cada minuto.

Si no se añade (como no se ha añadido) una coma tras “máscara”, la interpretación que parece obligada es aquella que confiere a la preposición “de” la séptima acepción que le da la RAE, que textualmente dice: “Denota la causa u origen de algo. Murió de viruelas.” Es decir: “El actor (en escena, a cada minuto) moría de idéntica máscara. Pero si se quiere decir que “el actor” portaba la misma máscara que “el espectador”, citado poco más arriba, entonces debería escribirse coma detrás de “idéntica máscara”, por ser este un inciso.

Mientras, cada nube que caía cegaba un maestro
regaba un delirio.

Aquí parece estar claro que el sujeto (la nube) realizaba dos acciones: “cegaba un maestro” y “regaba un delirio”, por lo que debería escribirse coma detrás de “maestro”. Se trata, como vemos, de un zeugma.

También, en este otro fragmento,

Sabía que mi deseo eran un teatro efímero
un paréntesis de barro,
donde se vomitaba el alma.

debería añadirse coma tras “efímero”.
Aquí parece indiscutible la existencia de una incorrección: “mi deseo”, sujeto, tiene que concordar en número y persona con el verbo, “eran”. Debería figurar el verbo en tercera persona del singular: “era”. Otra cosa sería si el atributo figurase en plural (“unos teatros efímeros”, por ejemplo), en cuyo caso sí estaría justificado el plural del verbo.

A fuer de puntillosos, nos parece también digno de comentario el fragmento siguiente:

el fin,
el milagro que guardabas en el bolsillo,
el delito,
tu diagnóstico declarado e inverosímil,
el castigo,
la mitad entre tu ansiedad y mi torpeza.

Si se trata de una enumeración en la que cada verso expresa uno de los elementos enumerados, consideramos correcta la puntuación; pero si los versos largos son aclaraciones o explicaciones de de lo expresado en los versos cortos precedentes, preferiríamos escribir punto y coma detrás de cada uno de los versos largos.

Por último, debería escribirse el punto final.

En el aspecto rítmico, apenas nada que objetar. Se ha optado por el verso libre con una evidente anisometría y, por supuesto, con total ausencia de rima. También es patente la muy cambiante y no sistemática disposición de los grupos melódicos. Por todo ello, el ritmo fónico hay que buscarlo, no en los aspectos de cantidad, timbre y tono, sino solo en el de intensidad o ritmo acentual.
Vemos que, mayoritariamente, se observa una airosa alternancia acentual, que se interrumpe únicamente en algunos acentos antirrítmicos de los que, si introducimos los hiatos adecuados, subsisten los siguientes:

Sabía que el más bello reflejo era una ficción

no sé qué puedo esperar

porque no sé qué debo recordar

el primero de ellos, absolutamente intrascendente y mucho más arriesgados los que aparecen en los otros dos, en los que se suceden cuatro sílabas tónicas seguidas.

En cuanto a ese otro ritmo que, por vez primera definiese Amado Alonso como “ritmo del pensamiento”, y recordando lo que este mismo autor decía: La percepción y goce del ritmo no consiste en las sensaciones recibidas, sino en su organización interior (por parte del perceptor), apreciamos que el poema ofrece un amplio camino para que el perceptor pueda organizar rítmicamente sus sensaciones al leer.
Permítansenos, previamente, algunas puntualizaciones sobre este ritmo del que ahora hablamos, no sin antes recordar aquellas inmarchitables palabras de Paul Valéry: J’ai lu ou j’ai forgé vingt “definitions” du rythme, dont je n’adopte aucune. (He leído o forjado veinte “definiciones” del ritmo, de las cuales yo no adopto ninguna).
Asumimos aquellas enseñanzas de Isabel Paraíso cuando decía:
“Existe también otro tipo de ritmo, llamado de pensamiento, basado en la repetición de frases, palabras o esquemas sintácticos, motivados por representaciones psíquicas recurrentes.”
“El ritmo de pesamiento engloba fenómenos tan diversos como el paralelismo, el símbolo, las palabras clave, la anáfora, el estribillo, la repetición de emociones o situaciones o ideas en un texto.”
El ritmo, pues, implica siempre retorno. Y retorno encontramos en cadenas semánticas como las que exponemos a continuación (entre paréntesis, el verso en que aparecen los elementos que muestran paralelismo semántico; entre corchetes, las contraposiciones):


destrucción(1) <> desvanecido(3)<> efímero(6) <> moría(11) <> derretida(15) <> muerte(23) <> ausencia(23) <> el fin(25) <> la nada(31) <> mate lo eterno(36) <> agotarlo(37)

goce(1)<> dulzura(5) <> bello(14) <> delicioso(19) <> éxtasis(24) >< [tristezas] (17)

teatro(6) <> espectador(9) <> actor(10) <> máscara(10) <> escena(11) <> delirio(13) <> ficción(14) >< [verdad](21)

grito(20) <> aullada(21) >< [silencio](19)

delito(27) < > castigo(29) <> torpeza(30) <> sentenciado(33)

Y esa anáfora en “sabía”, retorno no solo semántico sino fónico, presidiendo todo el poema.

En cuanto al estilo, solo unas palabras para no alargar más este análisis.
El poema se encuadra en una de las tendencias actuales (en España), cual es la poesía abstracta y neosimbólica, con reminiscencias de la ya superada, aunque en absoluto olvidada (por virtud de la confabulación poético-comercial) poesía de la experiencia. Son de destacar (positivamente) las construcciones a veces “irracionales” (“a través de la serpiente que nos rodeaba”, en el instante de los objetos traspasados”, “Ahora que la nada / se aloja en el aire kilométrico”, etc.), a veces prioritariamente “impertinentes” (“paréntesis de barro”, “transparencia derretida”, etc.)

En resumen: un gran poema que solo adolece de una leve deficiencia ortográfica.

Jerónimo Muñoz
Sergio Gómez
Mensajes: 294
Registrado: Sab, 09 Feb 2008 1:07
Ubicación: Zaragoza

re: Goce.

Mensaje sin leer por Sergio Gómez »

Muchísimas gracias por el trabajadísimo y acertado comentario. En cuanto a las correcciones ortográficas. Algunas de ellas son fruto de las prisas por pasar a ordenador el poema o al cambiar el texto y no caer en la cuenta de que la puntuación debía cambiar. Las apunto y las corrijo. Por cierto, respondiendo a una duda que muestras en la correción, lo siguiente es una enumeración:
el fin,
el milagro que guardabas en el bolsillo,
el delito,
tu diagnóstico declarado e inverosímil,
el castigo,
la mitad entre tu ansiedad y mi torpeza.

En cuanto a las consideraciones rítmicas estoy de acuerdo contigo en que en este verso,

Sabía que el más bello reflejo era una ficción

el acento antirrítmico no añade nada así que intentaré corregirlo. Sin embargo, en los otros dos que destacas tienen la función de suponer un parón en la lectura, una dificultad que destaque el contenido y le dé fuerza. No sé si me explico pero me alegro de que se haya visto. Además son muy ilustrativas las consideraciones teóricas que haces. He procurado no ser esclavo de un ritmo concreto acentual o de timbre pero sí que intento que se mantenga una candencia, un interés, en la lectura del poema. Supongo que eso coincide con buscar el ritmo del pensamiento.

Alucino con las consideraciones de tipo temático o estético que me haces. Ha sido todo un hallazgo ver cómo se interpretan mis versos. Me ha encantado la experiencia y te lo agradezco un montón. Estoy de acuerdo en que hay algo de poesía de la experiencia, aunque no es la poesía que más me gusta sí que parto de una idea parecida a la de esos poetas pero me gusta mezclar cosas, estilos....bueno más que me gusta es que me sale así.
Un abrazo enorme.
sangrar igual a recordar
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