Un paseo por mi casa en Capilla del Monte Córdoba

Cuentos, historias, relatos, novelas, reportajes y artículos de opinión que no tengan que ver con la poesía, todo dentro de una amplia libertad de expresión y, sobre todo, siempre observando un escrupuloso respeto hacia los intervinientes.

Moderador: Hallie Hernández Alfaro

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Mirta Elena Tessio
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Un paseo por mi casa en Capilla del Monte Córdoba

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Hace 4 años que vivo en un pueblo de Córdoba, en Argentina
que se llama Capilla del monte.
Me mudé de Bs.As. porque decidí mejorar mi calidad de vida.
Vivo entre dos cerros el Uritorco, muy conocido, pero se ha comercializado
de tal modo que lo veo, lo disfruto desde lejos, y el otro cerro se lama las Gemelas.
Los veo desde mi ventana, por ello no le he puesto cortinas.

Llegué con solamente valijas y luego aparecieron mi computadora y algunas cosas personales, tiene un centro comercial, que es la fiel réplica de una calle en Bs.As.

Lo curioso es esto que voy a contarles.
Entré a la casa con mis valijas y uno de mis hijos.
Estaba impecable, el jardín muy amplio las plantas me gustaron.
Cuando empecé a recorrerla, ya tranquila descubrí que los pisos eran de baldosas con el dibujo de Mandalas.
Para aquellos que no saben lo que representa les traje esto:

Mandala es una estructura de diseños concéntricos que representan la composición fractal o repetitiva del universo y de la naturaleza. Mandala es una palabra de origen sánscrito y significa 'círculo'; representa la unidad, la armonía y la infinitud del universo mediante el equilibrio de los elementos visuales.

Me sorprendió en un primer momento, pero no es raro, porque Capilla del monte esta construida sobre cuarzo ( la memoria del mundo)

La casa es sencilla, cómoda, tiene chimenea.
Soy maestra de Reiki, pero ya sabemos que todos somos alumnos y maestros de nosotros mismos
Y cada persona que se nos presenta en la vida viene a enseñarnos algo.

No sé cómo se expresa este sentimiento de gratitud, por los vientos que azotan a mis ventanas, a los aboles, ellos también tiene un propósito en nuestro mundo.

Como soy una poetisa empedernida, por supuesto escribí sobre los fuertes vientos de Capilla.

Tengo una cocina comedor un pequeño y acogedor living desde donde sube una escalera caracol hacia un cuarto grande con tres ventanas, una mira al Uritorco y otra a las gemelas y la tercera me muestra el atardecer anaranjado.

Todos tenemos un propósito, incluso la casa.

Sabemos los que las casualidades no existen, las cosas suceden por alguna razón.

Alquilo esa casa pero el Universo sabe lo que necesito, ni más ni menos.
A veces no nos damos cuenta de cuantos milagros suceden en el día.
Nos quejamos si hace frío, si hace calor, si llueve etc. Y no aprendemos que todo sigue una línea de propósitos.
He estudiado desde que tengo razón, buscando aquello que me hiciera sentir bien.
He recorrido mi cuerpo y mi mente, soy profesora de Gimnasia, allí no encontré nada, solo endurecía mis músculos,
En la escuela de Pichón Riviere, aprendí del nosotros, que somos espejos, que vemos en el otro lo que es propio, lo que es nuestro.
He tenido que lidiar con eso, saber que lo que me molesta del otro es mío.
También ocurre con lo que me gusta.
Después que me casé me tomé el rol muy en serio y me dediqué por entera a criar mis tres hijos.
Hoy comprendo tantas cosas.

Dijo el profeta Khalil Gibrán tus hijos nos son tus hijos, sino los hijos de la vida, primero lo entendí , desde el intelecto, pero procesarlo y saber que no debemos interferir en sus decisiones es otro cantar.
Gracias al cielo, la vida no pasó y yo me quedé afuera, no, jamás.
He vivido todas mis experiencias con intensidad.

La soledad ha sido mi aliada, disfruto el silencio, el fuego de mi chimenea y me encanta escribir de noche.

Hay mucha gente que si no duerme ocho horas no se siente bien, aquí en Capilla, el aire es de montañas, no pienso desperdiciar mi tiempo durmiendo, por otro lado esas 8 horas, sencillamente es un chip antiguo de un viejo paradigma.
Dormimos lo que nuestro cuerpo físico necesita.
En alguna parte leí que cuando dormimos nuestra alma viaja y trabaja en esos viajes que no recordamos.

Para no hacer más largo mi relato.
Aún no sé el propósito que el Universo trata de mostrarme con respecto a las bondades de mi casa.
Sucede que estamos inmersos en planear, y al están tan cerca, tenemos las respuestas tan adelante que no las vemos, eso lo aprendí en la Escuela de psicología Social.

He disfrutado mucho los dos veranos aquí, he disfrutado del sol, una pequeña piscina que me permite nadar, suelo hacerlo de noche, bajo las estrellas, incluso cuando llovizna.( soy de piscis).

Hubiera querido decirles que todo está claro para mí, pero no lo es, mi padre me decía el día que tengamos todo claro es momento de partir.
No creo en la muerte. Creo que trascendemos este espacio no espacio, nos cambiamos el traje y volvemos con otro.

Immanel Kant (filósofo alemán) dijo en su Crítica de la Razón pura, que el espacio y el tiempo no existe, entonces en estos tiempos todo parece más claro cuando hablamos de dimensiones.

También comprendí que la felicidad es una decisión.
No es fácil, pero por ejemplo, prefiero, elijo escribir, y no cocinar.
Me preparo algo así o compro, tarta de manzanas , un rico y calentito té, y me sumerjo a lo que realmente me gusta, escribir poemas, recitarlos, o solo escribir sobre algo que me llama la atención.

Wayne Dyer en sus conferencias dice, quiero sentirme bien, que en ingles es como decir quiero sentirme Dios.
Aprendí a repetirlo, como un mantra.
Debería, me digo a mi mis APRHENDER , no solo aprender.

El ser feliz es un estado de conciencia, como estar bien consciente que vivimos el presente.
Esto último lo estoy observando, me observo a mí misma.
El pasado ya pasó y el futuro y esto es como que lo he escuchado muchas veces, el futro lo creamos.
Cuando creemos en algo, ya estamos creando.( año 2018)
Porque después de todo he comprendido
por lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.
Francisco Luis Bernárdez
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Alonso Vicent
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Re: Un paseo por mi casa en Capilla del Monte Córdoba

Mensaje sin leer por Alonso Vicent »

Un placer recorrer tus cerros de nuevo, Mirta, y hacer parada en tu casa, de letras y de espíritu. Ya me veo tomando café  en tu cocina comedor. Lleva adosado el relato mucha filosofía de vida. Somos, ante todo, naturaleza y pensamiento; cualquier contradicción sólo puede venir de dentro.
Con lo puesto llego antes de ir a laborar los campos, que hoy el rocío nos permitió un buen almuerzo en el bar; bienvenido sea.
Un abrazote de parte de este terrícola con los ojos un tanto rasgados... al estilo haiku, pero con rimas, o prosas, o lo que nos surja.
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Mirta Elena Tessio
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Re: Un paseo por mi casa en Capilla del Monte Córdoba

Mensaje sin leer por Mirta Elena Tessio »

Alonso Vicent escribió: Lun, 11 Oct 2021 7:43 Un placer recorrer tus cerros de nuevo, Mirta, y hacer parada en tu casa, de letras y de espíritu. Ya me veo tomando café  en tu cocina comedor. Lleva adosado el relato mucha filosofía de vida. Somos, ante todo, naturaleza y pensamiento; cualquier contradicción sólo puede venir de dentro.
Con lo puesto llego antes de ir a laborar los campos, que hoy el rocío nos permitió un buen almuerzo en el bar; bienvenido sea.
Un abrazote de parte de este terrícola con los ojos un tanto rasgados... al estilo haiku, pero con rimas, o prosas, o lo que nos surja.
El placer es mío querido amigo Alonso.
El tiempo ha pasado y tuve que dejar esa bella casa.
Cuando me vine de Bs.As. me había contagiado dos veces.
Me repuse alli, entre los vientos que azotaban mi ventana y los cerros como testigo.
Veo que no me visitas en poemas, son poemas escritos hace tiempo.
Soy una enamorada del amor, y escribo lo que mi mente encierra.
Te mando un gran abrazo. Y me alegra mucho porque has sido poeta de la semana.
Porque después de todo he comprendido
por lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.
Francisco Luis Bernárdez
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