Rafel Calle escribió:
Queda tan poca cosa de la orilla de Hades,
tal vez el casco, hielo impenetrable, sin resquicios,
océano de hijos invisibles. La menta, el álamo de plata,
son las ruinas, suplicios,
un sendero de rayas en el zenit cautivo de unos dioses de nieve;
la cara es un poema de Bukowski, la boca cigarrillos,
cerveza somnolienta la mirada,
si todo desplomado acaba por rendirse al éxtasis transgresor de los ladrillos.
En fin, diría que volvieras al país de los inciertos.
Se hace tarde.
Y es mejor despedirse abrazando a tus amigos.
Precioso poema con dos estrofas finales memorables. Mis felicitaciones, Rafel. Un abrazo!