El taxi

[Alejandro Costa]

Me muevo en el ámbito inexorable de la vida.

Hay que ser traicionero, hipocondriaco,
mitigador de algún arte
por muy grosero que parezca.
Hay que no dormirse en los laureles,
porque dormirse no es vivir
y el laurel y su corona son símbolos de victoria.
¿Qué vamos a ganar dormidos?

Y si mañana desvariamos,
si nos despertamos con la mirada torcida,
miramos al revés el mundo,
estornudamos cuando hace calor
y nos rascamos cuando nada nos pica.
¿Tal vez, aún en babia, seremos más felices?

Pero, si nada importa, o nada nos lo parece,
si el deber no es obligado,
la obligación no construye el deber,
y la camisa que me gusta
tiene el cuello arrugado,
¿No daría igual un jersey que disimule las arrugas
a una chaqueta que imite a un magnate?

Al final, hoy es hoy,
mañana ya se verá,
las páginas de un libro a medio leer se aburren,
el periodista no sabe que noticia escribir,
se me antoja un día pesado
y comienza a llover.
¿Será natural mojarse al no llevar paraguas?

Ahora no,
he tomado un taxi.

[xaime oroza carballo]

Me muevo en el ámbito inexorable de la vida.

Hay que ser traicionero, hipocondriaco,
mitigador de algún arte
por muy grosero que parezca.
Hay que no dormirse en los laureles,
porque dormirse no es vivir
y el laurel y su corona son símbolos de victoria.
¿Qué vamos a ganar dormidos?

Y si mañana desvariamos,
si nos despertamos con la mirada torcida,
miramos al revés el mundo,
estornudamos cuando hace calor
y nos rascamos cuando nada nos pica.
¿Tal vez, aún en babia, seremos más felices?

Pero, si nada importa, o nada nos lo parece,
si el deber no es obligado,
la obligación no construye el deber,
y la camisa que me gusta
tiene el cuello arrugado,
¿No daría igual un jersey que disimule las arrugas
a una chaqueta que imite a un magnate?

Al final, hoy es hoy,
mañana ya se verá,
las páginas de un libro a medio leer se aburren,
el periodista no sabe que noticia escribir,
se me antoja un día pesado
y comienza a llover.
¿Será natural mojarse al no llevar paraguas?

Ahora no,
he tomado un taxi.

Amplia para el sueño la angosta habitación que nos regalas, querido amigo.
Siempre un gran placer viajar por tus letras.
Salud.

[Hallie Hernández Alfaro]

Me muevo en el ámbito inexorable de la vida.

Hay que ser traicionero, hipocondriaco,
mitigador de algún arte
por muy grosero que parezca.
Hay que no dormirse en los laureles,
porque dormirse no es vivir
y el laurel y su corona son símbolos de victoria.
¿Qué vamos a ganar dormidos?

Y si mañana desvariamos,
si nos despertamos con la mirada torcida,
miramos al revés el mundo,
estornudamos cuando hace calor
y nos rascamos cuando nada nos pica.
¿Tal vez, aún en babia, seremos más felices?

Pero, si nada importa, o nada nos lo parece,
si el deber no es obligado,
la obligación no construye el deber,
y la camisa que me gusta
tiene el cuello arrugado,
¿No daría igual un jersey que disimule las arrugas
a una chaqueta que imite a un magnate?

Al final, hoy es hoy,
mañana ya se verá,
las páginas de un libro a medio leer se aburren,
el periodista no sabe que noticia escribir,
se me antoja un día pesado
y comienza a llover.
¿Será natural mojarse al no llevar paraguas?

Ahora no,
he tomado un taxi.

Amplia para el sueño la angosta habitación que nos regalas, querido amigo.
Siempre un gran placer viajar por tus letras.
Salud.

Jo, qué hermosa respuesta te ha dejado, Xaime.
Un abrazo, queridos poetas.

[Hallie Hernández Alfaro]

Me ha gustado mucho este trabajo inteligente, nítido y que tiene el sello de tu magia, querido amigo.

LLuvia, taxi, días tocando el claxon y palabras dando forma a la vida...

Un abrazo y gracias por estar.

[Concha Vidal]

"...Ahora no,
he tomado un taxi..

Querido Jandro, sólo el cierre ya vale la gloria.
Sin más, ¡zas¡ tonterías las justas. Ni paraguas ni nada. Ahora sólo es momento del taxi.
Genial mi querido amigo.
Abrazos de mar compartido.

[Pilar Morte]

Me gustó el poema pero el cierre lo bordaste. Felicidades.
Abrazos

[Rafel Calle]

Un bello e interesante trabajo, amigo Alejandro.
Felicidades.
Abrazos..

[Alejandro Costa]

Me muevo en el ámbito inexorable de la vida.

Hay que ser traicionero, hipocondriaco,
mitigador de algún arte
por muy grosero que parezca.
Hay que no dormirse en los laureles,
porque dormirse no es vivir
y el laurel y su corona son símbolos de victoria.
¿Qué vamos a ganar dormidos?

Y si mañana desvariamos,
si nos despertamos con la mirada torcida,
miramos al revés el mundo,
estornudamos cuando hace calor
y nos rascamos cuando nada nos pica.
¿Tal vez, aún en babia, seremos más felices?

Pero, si nada importa, o nada nos lo parece,
si el deber no es obligado,
la obligación no construye el deber,
y la camisa que me gusta
tiene el cuello arrugado,
¿No daría igual un jersey que disimule las arrugas
a una chaqueta que imite a un magnate?

Al final, hoy es hoy,
mañana ya se verá,
las páginas de un libro a medio leer se aburren,
el periodista no sabe que noticia escribir,
se me antoja un día pesado
y comienza a llover.
¿Será natural mojarse al no llevar paraguas?

Ahora no,
he tomado un taxi.

Amplia para el sueño la angosta habitación que nos regalas, querido amigo.
Siempre un gran placer viajar por tus letras.
Salud.

Ya ves, Xaime, la locura con la que me muevo por la vida.

Gracias por estar aquí.

Un abrazo.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Me muevo en el ámbito inexorable de la vida.

Hay que ser traicionero, hipocondriaco,
mitigador de algún arte
por muy grosero que parezca.
Hay que no dormirse en los laureles,
porque dormirse no es vivir
y el laurel y su corona son símbolos de victoria.
¿Qué vamos a ganar dormidos?

Y si mañana desvariamos,
si nos despertamos con la mirada torcida,
miramos al revés el mundo,
estornudamos cuando hace calor
y nos rascamos cuando nada nos pica.
¿Tal vez, aún en babia, seremos más felices?

Pero, si nada importa, o nada nos lo parece,
si el deber no es obligado,
la obligación no construye el deber,
y la camisa que me gusta
tiene el cuello arrugado,
¿No daría igual un jersey que disimule las arrugas
a una chaqueta que imite a un magnate?

Al final, hoy es hoy,
mañana ya se verá,
las páginas de un libro a medio leer se aburren,
el periodista no sabe que noticia escribir,
se me antoja un día pesado
y comienza a llover.
¿Será natural mojarse al no llevar paraguas?

Ahora no,
he tomado un taxi.

Amplia para el sueño la angosta habitación que nos regalas, querido amigo.
Siempre un gran placer viajar por tus letras.
Salud.

Jo, qué hermosa respuesta te ha dejado, Xaime.
Un abrazo, queridos poetas.

Es un poeta magnífico y un compañero entrañable.

Te agradezco, tu visita y lectura.

Gracias, corazón.

Un beso.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

"...Ahora no,
he tomado un taxi..

Querido Jandro, sólo el cierre ya vale la gloria.
Sin más, ¡zas¡ tonterías las justas. Ni paraguas ni nada. Ahora sólo es momento del taxi.
Genial mi querido amigo.
Abrazos de mar compartido.

Sabes que siempre he estado loco.

¿Creías que esto cambiaría con la edad?

Aún más loco ahora.

Un besazo, mediterránea.

Salud, paz y felicidad.

[Alejandro Costa]

Me ha gustado mucho este trabajo inteligente, nítido y que tiene el sello de tu magia, querido amigo.

LLuvia, taxi, días tocando el claxon y palabras dando forma a la vida...

Un abrazo y gracias por estar.

¡Vaya!, me lie un poco.

Casi me trago tu comentario.

Gracias, compañera.

Me alegra que así fuera.

Un beso.

Salud, paz y felicidad.

[Julio Gonzalez Alonso]

Nos subes al taxi de los aguaceros y las preguntas que yo no sé responder, pero sí sé que Babia (en los confines de mi tierra leonesa) es de una belleza deslumbrante y un lugar, antaño de pastores que bajaban en invierno a Extremadura, donde bien se podría ser feliz. Un abrazo y salud.