Editorial Alaire

Fosforescencias, dijiste en un susurro;
luciérnagas, aventuré a mi vez, a mi o a ella;
o meteoros, agregamos, no
fuera a reducirse en astro lo eterno
vascular de lo efímero, y es
que la palabra se sigue de la voz, sus breves
explosiones sucesivas, de interjección
a onomas poieos, de placer a dolor, ese
amasijo tumefacto, lo entero
que la palabra ningunea. Una letra, ¿qué es?,
apósito a la herida insigne, hemofílica,
tan propia como incierta que nos es dada
junto al ser, el saber
del cual demora y se embrutece entre los recovecos
del artificio hablado. Se sustancia
con lo dicho lo que aquí queda escrito? Jueces
vendrán, severos, a imponer su paz.
Entretanto, esa noche, en lo oscuro sin bastardillas
del cuarto, desmemoriamos, el otro cuerpo
y yo, la oralidad congénita al uso de las lenguas,
y callamos. ¿Pasó un ángel? Ssshhh.


.

Julio Bonal escribió: ↑Dom, 16 May 2021 16:03 Fosforescencias, dijiste en un susurro;
luciérnagas, aventuré a mi vez, a mi o a ella;
o meteoros, agregamos, no
fuera a reducirse en astro lo eterno
vascular de lo efímero, y es
que la palabra se sigue de la voz, sus breves
explosiones sucesivas, de interjección
a onomas poieos, de placer a dolor, ese
amasijo tumefacto, lo entero
que la palabra ningunea. Una letra, ¿qué es?,
apósito a la herida insigne, hemofílica,
tan propia como incierta que nos es dada
junto al ser, el saber
del cual demora y se embrutece entre los recovecos
del artificio hablado. Se sustancia
con lo dicho lo que aquí queda escrito? Jueces
vendrán, severos, a imponer su paz.
Entretanto, esa noche, en lo oscuro sin bastardillas
del cuarto, desmemoriamos, el otro cuerpo
y yo, la oralidad congénita al uso de las lenguas,
y callamos. ¿Pasó un ángel? Ssshhh.


.

Oh, qué íntimo y cómplice; fraguar luz desde los nombres creados, desde la conexión de las lenguas amadas. El otro, el próximo, el elegido en la mansedumbre del minuto...
Desmemoriar para iniciarnos en la noche, en el destello, en la posibilidad de la presencia.

Silencio, guardo silencio, para aplaudir tu poema con el alma.

Una forta abraçada.

Tan bello como evocador este ejercicio estilístico con una clarísima voluntad creativa, amigo Julio.
Ha sido un placer asistir a tus reflexiones sobre la fugacidad de lo dicho... ¡Cuánto queda por decir!
Felicidades.
Abrazos.

En ciertas ocasiones la ausencia de palabras lo dicen todo, esas otras lenguas, además de hacernos callar, pueden llegar a incendiarnos...

Disfruté el poema. Gracias por compartir. Un cordial saludo.

Julio Bonal escribió: ↑Dom, 16 May 2021 16:03 Fosforescencias, dijiste en un susurro;
luciérnagas, aventuré a mi vez, a mi o a ella;
o meteoros, agregamos, no
fuera a reducirse en astro lo eterno
vascular de lo efímero, y es
que la palabra se sigue de la voz, sus breves
explosiones sucesivas, de interjección
a onomas poieos, de placer a dolor, ese
amasijo tumefacto, lo entero
que la palabra ningunea. Una letra, ¿qué es?,
apósito a la herida insigne, hemofílica,
tan propia como incierta que nos es dada
junto al ser, el saber
del cual demora y se embrutece entre los recovecos
del artificio hablado. Se sustancia
con lo dicho lo que aquí queda escrito? Jueces
vendrán, severos, a imponer su paz.
Entretanto, esa noche, en lo oscuro sin bastardillas
del cuarto, desmemoriamos, el otro cuerpo
y yo, la oralidad congénita al uso de las lenguas,
y callamos. ¿Pasó un ángel? Ssshhh.


.

Me gusta mucho esta creación reflexiva, Julio Bonal. El tono parece ser sardónico a veces, pero sugiere más. Abrazos, ERA

Aplaudo la alegoría Julio, aplaudo la construcción del poema, aplaudo el contenido y te ovaciono con franca envidia. Entras poco, pero con contundencia elevas el siguiente listón. Haces la carne yesca cuando ya estamos cerca de San Juan.

Un abrazote y salud

Julio Bonal escribió: ↑Dom, 16 May 2021 16:03 Fosforescencias, dijiste en un susurro;
luciérnagas, aventuré a mi vez, a mi o a ella;
o meteoros, agregamos, no
fuera a reducirse en astro lo eterno
vascular de lo efímero, y es
que la palabra se sigue de la voz, sus breves
explosiones sucesivas, de interjección
a onomas poieos, de placer a dolor, ese
amasijo tumefacto, lo entero
que la palabra ningunea. Una letra, ¿qué es?,
apósito a la herida insigne, hemofílica,
tan propia como incierta que nos es dada
junto al ser, el saber
del cual demora y se embrutece entre los recovecos
del artificio hablado. Se sustancia
con lo dicho lo que aquí queda escrito? Jueces
vendrán, severos, a imponer su paz.
Entretanto, esa noche, en lo oscuro sin bastardillas
del cuarto, desmemoriamos, el otro cuerpo
y yo, la oralidad congénita al uso de las lenguas,
y callamos. ¿Pasó un ángel? Ssshhh.


.

Me gustó todo el poema, compañero; hasta el "Ssshhh" final.
Un abrazo.

Hallie,
abrazo tu nombre, tu presencia, tu imaginada imagen. Más. Más.

Rafel,
leales a la palabra, pero sobre todo, a eso que empuja para salir (sólo cuando quiere, el maldito). Una abraçada.

Enrique,
Eso, Enrique, eso, lo del espíritu santo no era tan descabellado (bajo cierto mirar, claro). Una abraçada.

ERA,
sí, seguro, sardonía debe de haber, discúlpalo, espíritu libre. Una abraçada.

Joder, Armilo, que me corro, para recurrir a tu trinotuoelénico modo de escribir, puros kalavnikoviazos al corazón.


Una abraçada. O ja ho havia dit? Insisteixo.

Un bello trabajo buen estilo buena poesía.
javier

Xaime,
Dejé de agradecerte antes con los demás. Em sento honorat. Uan abraçada.

Javier,
Agradezco lo sucinto y contundente de tu huella, Una abraçada.

Es una genialidad.

Es de esos trabajos que no hay que perderse.

MUy bueno.

Un abrazo.

Arriba con este Fósforo oral de Julio Bonal, para prender una buena dosis de sensibilidad rítmico-literaria.

Vuelvo a pasar por este bello trabajo.

Julio Bonal escribió: ↑Dom, 16 May 2021 16:03 Fosforescencias, dijiste en un susurro;
luciérnagas, aventuré a mi vez, a mi o a ella;
o meteoros, agregamos, no
fuera a reducirse en astro lo eterno
vascular de lo efímero, y es
que la palabra se sigue de la voz, sus breves
explosiones sucesivas, de interjección
a onomas poieos, de placer a dolor, ese
amasijo tumefacto, lo entero
que la palabra ningunea. Una letra, ¿qué es?,
apósito a la herida insigne, hemofílica,
tan propia como incierta que nos es dada
junto al ser, el saber
del cual demora y se embrutece entre los recovecos
del artificio hablado. Se sustancia
con lo dicho lo que aquí queda escrito? Jueces
vendrán, severos, a imponer su paz.
Entretanto, esa noche, en lo oscuro sin bastardillas
del cuarto, desmemoriamos, el otro cuerpo
y yo, la oralidad congénita al uso de las lenguas,
y callamos. ¿Pasó un ángel? Ssshhh.


.

Sube para deleite de todos.

Una forta abraçada.

Un acierto que Hallie hay subido este poema. La palabra es luz, fosforescencia, entendimiento, y qué sé yo. Mis felicitaciones y un saludo.