Para decir adiós

[Javier Dicenzo]

El viento es una postal del crepúsculo rescato de tu poema este verso me parece bueno. un placer

[enrique sanmol]

Arriba con este hermoso e interesante trabajo, amigo Enrique.
Abrazos.

Gracias, Rafel, por leer y comentar y así permitir que otros compañeros lean este intento. Abrazos.

[Alonso Vicent]

Lo malo de los viajes es el equipaje, lo peor de las despedidas la espera con iluminación difusa.
Saben mucho los andenes de despedidas.
Todo un placer leerte.

[Ramón Carballal]

Buen poema. Me gustó cómo describes en estos inspirados versos el sentimiento de pérdida que producen el paso del tiempo y las desilusiones de la vida. La imagen del tren como simbolismo de esa pérdida, es muy oportuna. Un abrazo.

[xaime oroza carballo]

Niji (Satomimagae)

El sonido de un tren perdiéndose en la noche.
Nosotros, en un andén mal iluminado,
inmóviles, junto a las vías.
Algo se ha ido, y ya sólo queda
un rumor lejano y una luz fugaz
tintineando, la dignidad absurda de un futuro
que sólo espera de nosotros
que gestionemos el dolor.
Todo parece ya estar listo.
¿Qué haces entonces todavía aquí?
El ventanal, mezclando imágenes de aquí y allá,
construye su ser de espejo imperfecto.
Nada sabrá sobrevivir
y todo se empecina en recordarlo.
El viento es una postal del crepúsculo,
el reflejo de un equipaje
del que no quedan más que cicatrices
y el eco sordo de un tren que se aleja.

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Enorme y estremecedor este tu canto del adios. Gracias, compañero.
Un abrazo.

[enrique sanmol]

"El viento es una postal del crepúsculo,
el reflejo de un equipaje
del que no quedan más que cicatrices
y el eco sordo de un tren que se aleja"

Muy hermoso, Enrique. A destacar ese ambiente físico que desprende el poema, sobre todo esos versos de apertura que actúan como marco de un cuadro donde el olvido, el vacío de la ausencia y el recuerdo como tratamiento, solo paliativo, de la irremediable pérdida de todo lo concerniente a lo humano, se nos muestra poéticamente visible, incluso palpable.

Todo un placer de lectura, viejo amigo

Abrazos y salud.

Este intento parte de las sensaciones de una música (Niji) de una autora japonesa prácticamente desconocida (Satomimagae) que me hizo recordar un cuadro impresionista de unos trenes saliendo de una estación. Intento transmitir las sensaciones de una despedida, porque tal vez yo mismo intentaba despedirme, no sé muy bien de qué o de quién, algo que todavía no he logrado.

Gracias por leer y dejarme uno de tus siempre acertados comentarios, Ferreiro. Un fuerte abrazo.

[Ramón Castro Méndez]

Gran poema, cuya lectura me resulta muy emotiva, hermosas imágenes y un marco perfecto, una estación de tren, para una despedida.
Mi felicitación por tan inspiradas letras.

Un fuerte abrazo.

[enrique sanmol]

El viento es una postal del crepúsculo rescato de tu poema este verso me parece bueno. un placer

Gracias por tu paso por aquí Javier.

Un cordial saludo

[enrique sanmol]

Lo malo de los viajes es el equipaje, lo peor de las despedidas la espera con iluminación difusa.
Saben mucho los andenes de despedidas.
Todo un placer leerte.

El placer es mío, Alonso, por contar con tu presencia por aquí.

Un cordial saludo.

[enrique sanmol]

Buen poema. Me gustó cómo describes en estos inspirados versos el sentimiento de pérdida que producen el paso del tiempo y las desilusiones de la vida. La imagen del tren como simbolismo de esa pérdida, es muy oportuna. Un abrazo.

Muchas gracias por tu valoración y por tu presencia por aquí, Ramón.

Fuerte abrazo.

[enrique sanmol]

¡Qué bueno, estimado Enrique, disfrutar el sonido de tus versos! El tren, hermoso símbolo que has recreado con maestría, componiendo la sinfonía del adiós.
Mi aplauso.

Un abrazo

Me alegro que te gustara, Armilo... todo un lujo para mí tu presencia y tu comentario.

Un fuerte abrazo, compañero.

[F. Enrique]

Niji (Satomimagae)

El sonido de un tren perdiéndose en la noche.
Nosotros, en un andén mal iluminado,
inmóviles, junto a las vías.
Algo se ha ido, y ya sólo queda
un rumor lejano y una luz fugaz
tintineando, la dignidad absurda de un futuro
que sólo espera de nosotros
que gestionemos el dolor.
Todo parece ya estar listo.
¿Qué haces entonces todavía aquí?
El ventanal, mezclando imágenes de aquí y allá,
construye su ser de espejo imperfecto.
Nada sabrá sobrevivir
y todo se empecina en recordarlo.
El viento es una postal del crepúsculo,
el reflejo de un equipaje
del que no quedan más que cicatrices
y el eco sordo de un tren que se aleja..

Estás, Enrique, en el pequeño grupo de los mejores poetas de Alaire. La poesía te persigue y tú le tiendes trampas. Excelente.