Editorial Alaire

Ahora, que voy creciendo en pequeña,
aprendo las verdades de la vida,
las que no enseña la escuela,
triviales asignaturas ,
ésas que me enseñó el abejorro de incursión por los romeros

.. la esencia de los rosales
del cuco,
a cantar las horas
de la hormiga,
la impaciencia,
del ciempiés,
a cuadrar los calcetines
y de ti,
mar de mío tan amado,
a resbalar por el musgo de tu lengua
una ola ...
y otra ola .. y otra ola.

Ahora,
que soy pequeña y no llevo ya tacones,
sé subir a las estrellas
y bajarme ,
si se tercia.


¡¡ Es más chulo.... ¡!!




( Es mi cumple, y noto que cada vez sé más cosas y eso sólo lo da la experiencia de la infancia. Mar mío, besotes grandes y mediterráneos)

Muchas felicidades, querida Concha. Tu experiencia no te hizo perder ka infancia. Sabios y hermosos versos.
Abrazos

Es verdad que de donde más se aprende es de las cosas pequeñas y algo tan inmenso como el mar se disfruta. Felicidades por tu nueva edad. Me apunto a esos cumpleaños en números negativos. Gracias por tan buenos versos.

Concha Vidal escribió:Ahora, que voy creciendo en pequeña,
aprendo las verdades de la vida,
las que no enseña la escuela,
triviales asignaturas ,
ésas que me enseñó el abejorro de incursión por los romeros

.. la esencia de los rosales
del cuco,
a cantar las horas
de la hormiga,
la impaciencia,
del ciempiés,
a cuadrar los calcetines
y de ti,
mar de mío tan amado,
a resbalar por el musgo de tu lengua
una ola ...
y otra ola .. y otra ola.

Ahora,
que soy pequeña y no llevo ya tacones,
sé subir a las estrellas
y bajarme ,
si se tercia.


¡¡ Es más chulo.... ¡!!




( Es mi cumple, y noto que cada vez sé más cosas y eso sólo lo da la experiencia de la infancia. Mar mío, besotes grandes y mediterráneos)

Felicidades por compartir un poema vivaz, vivificante, y bello como tu, Concha. Gran y profunda sabiduria como el mismo mar! Abrazos, y agradecida que compartes en tu cumple un regalo singular para abrirse como las olas, esas olas que sabes surfear. ERA

Pilar Morte escribió:Muchas felicidades, querida Concha. Tu experiencia no te hizo perder ka infancia. Sabios y hermosos versos.
Abrazos

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Gracias Pilar, siempre a punto y siempre amable.
Desde mis nuevos años, fuerte abrazo mediterráneo.

También decreciendo se aprende, sobre todo si se conserva la experiencia y se sabe aplicar en aquellos momentos en los que no estuvimos muy acertado en cualquier orden de la vida.
Un poema que pone de manifiesto la inteligencia de la autora así como la capacidad soñadora, requisito indispensable para escribir con maestría.
enhorabuena.

Bello e interesante trabajo, amiga Concha.
Felicidades.
Abrazos.

Concha Vidal escribió: ↑Mié, 07 Abr 2021 13:59 Ahora, que voy creciendo en pequeña,
aprendo las verdades de la vida,
las que no enseña la escuela,
triviales asignaturas ,
ésas que me enseñó el abejorro de incursión por los romeros

.. la esencia de los rosales
del cuco,
a cantar las horas
de la hormiga,
la impaciencia,
del ciempiés,
a cuadrar los calcetines
y de ti,
mar de mío tan amado,
a resbalar por el musgo de tu lengua
una ola ...
y otra ola .. y otra ola.

Ahora,
que soy pequeña y no llevo ya tacones,
sé subir a las estrellas
y bajarme ,
si se tercia.


¡¡ Es más chulo.... ¡!!




( Es mi cumple, y noto que cada vez sé más cosas y eso sólo lo da la experiencia de la infancia. Mar mío, besotes grandes y mediterráneos)

Hola pequeña, y enorme. Qué importante es crecer, aunque sea pa dentro. Desde abajo se alcanzan las estrellas; y si no, pues nos quedan los musgos, los romeros y la asignatura de los pequeños jardines, propios y llevaderos.
Qué chulada de poema, chula, y que buen momento este de subirnos o bajarnos si se tercia.
Una abraçada, Concha, desde els tarongers plens de abelles i formiges... aquesta altra escola.

Buen trabajo, Concha.
Cuando se habla de la infancia en un poema se nos activan sentimientos que parecían fundidos.
Gracias por compartir tus letras.
Abrazos y felicidad.

Concha Vidal escribió: ↑Mié, 07 Abr 2021 13:59 Ahora, que voy creciendo en pequeña,
aprendo las verdades de la vida,
las que no enseña la escuela,
triviales asignaturas ,
ésas que me enseñó el abejorro de incursión por los romeros

.. la esencia de los rosales
del cuco,
a cantar las horas
de la hormiga,
la impaciencia,
del ciempiés,
a cuadrar los calcetines
y de ti,
mar de mío tan amado,
a resbalar por el musgo de tu lengua
una ola ...
y otra ola .. y otra ola.

Ahora,
que soy pequeña y no llevo ya tacones,
sé subir a las estrellas
y bajarme ,
si se tercia.


¡¡ Es más chulo.... ¡!!




( Es mi cumple, y noto que cada vez sé más cosas y eso sólo lo da la experiencia de la infancia. Mar mío, besotes grandes y mediterráneos)

Fresco y muy hermoso. Felicidades y gracias, cada vez entiendo más a mi nieta más joven: una explosión de vitalidad.
Un abrazo cantábrico.

Concha,

un placer siempre pasarse por tus versos frescos y atractivos. El tema del poema es enternecedor y muy real: el menguar de la madurez, cómo nos vamos empequeñeciendo a medida que envejecemos. Nuestra energía, nuestras capacidades, nuestros recursos físicos e intelectuales van disminuyendo y desembocamos en la última niñez, en la "segunda inocencia", que decía Machado. Como siempre en tu poética, el referente final es, como no, el Mediterráneo, el líquido amniótico sentimental del que has salido y al que vuelves.

A mí me ha gustado mucho.
Abrazos.