Por ello también
por lo que nadie podría jamás sospechar que conservas esa
belleza demente de la infancia, ese furor contra lo útil de tu cuerpo,
y esa mudez en los ojos, esa belleza
sólo vendible al cielo del suicidio, sólo a esos ojos: esa existencia
Leopoldo María Panero.
Era un estuche, no,
más bien, era un menudo detalle
oculto en débiles láminas
de cuyo núcleo pulsante,
diminutos espéculos
revestían el aire,
su parto era tanjante,
su muerte, ¡inolvidable!
Lo ví arrancarse los ojos
tantas veces
en el crudo frío del serafín que vuela en las iglesias,
le he seguido al doblar la esquina de un maldito cuchicheo,
y ahií estaba él, como siempre, empinado en la baranda de un ventanal vehemente y solo,
auscultando su esternón con una pluma empapada de sangre,
él vivía pocas horas y las demás, se perdía en la catedral de La Poesía.
En un tiempo lo visualicé como a un navío
flotando sobre lagunas piroclásticas,
azur, tremendamente azur de esponjosas aguas
abriendose en sábanas miméticas,
tras umbrales de trémulas cromancias,
y me dije: ¿ qué rayos es ésto?
Pero no era más que una valija antigua,
marcada con su herida proletaria,
sobre el lis,
la piel de su escapulario.
Oculto,
caía al pozo,
flecos largos le servían de embalajes,
el humo vitreo y la extraña música del dolor
forraban su coraza, pero,
hay un pequeño detalle que no se escapa;
* la basîra
.de su invidencia que daba acechos
tras el rumor acuoso
de un refractado mundo,
¿no lo sabrías?
se hallaba sujeto a Dios el ojo
de su corazón como un ombligo.
E. R. Aristy
*" En árabe, el término general que se emplea para decir ojo es ‘áin, que también significa fuente, manantial, y da nombre a una de las letras del alfabeto. Pero hay otra palabra, básar, con la que se precisa que se habla del ojo físico (y también su función, la visión). Por último, basîra se emplea para denominar un ojo especial, interior, que está en el corazón. También se dice que la basîra es una luz (nûr) que Allah deposita en el corazón y que le permite ver y entender lo que está más allá de las formas. Es, por tanto, en principio y aunque solo sea para entendernos, una forma aguda de perspicacia, sagacidad y entendimiento."