Mientras el carmín huía de tus labios. (La rabia)

Poemas en verso y/o en prosa de cualquier estructura y/o combinación.

Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle

Avatar de Usuario
F. Enrique
Mensajes: 8461
Registrado: Mié, 22 Ago 2012 19:47
Ubicación: Abyla
Contactar:

Re: Mientras el carmín huía de tus labios. (La rabia)

Mensaje sin leer por F. Enrique »

Alejandro Costa escribió:Siempre he comentado que el poema largo, o extremadamente largo era complicado de leer y que por ello muchos lectores lo apartan.

Yo suelo escribir poemas extensos, porque siempre me gusta penetrar en la idea y desarrollarla lo más completa posible, como si de una historia se tratara.

Por ello, este poema me parece maravilloso. El desarrollo del mismo, los constantes giros, las finas metáforas incluidas, las llamadas, todo en él lo convierten el un magnífico escrito con una historia inmensa y bien contada.

Tendrá menos lectores, eso es seguro, pero ellos se lo pierden.

Un abrazo.
Esto0 es complejo, Alejandro. Creo que debemos experimentar, incluso peleándonos con la música si no estamos muy inspirados. Dámaso Alonso desveló el secreto de la versificación libre, pero tiró la llave una vez la hubo usado...

Muchas gracias. Un abrazo.
Última edición por F. Enrique el Mar, 10 May 2022 20:44, editado 1 vez en total.
***
Unos versos caídos en el cielo de la noche
me recuerdan la soledad del mundo cuando no estás,
la tristeza de una sonrisa que no puede desplegarse
cuando no encuentra el camino de tus labios./align]
E. R. Aristy
Mensajes: 15374
Registrado: Dom, 11 May 2008 20:04
Ubicación: Estados Unidos
Contactar:

Re: Mientras el carmín huía de tus labios. (La rabia)

Mensaje sin leer por E. R. Aristy »

F. Enrique escribió: Vie, 02 Abr 2021 11:01
[BBvideo 560,340][/BBvideo]
La última vez que te vi tenías el cuerpo hinchado,
amoratado el rostro, el Nembutal
rebosaba por tu piel
mientras rezabas en silencio con las manos cruzadas
a un anhelante Dios que siempre fue,
para ti, un desconocido,
mientras el carmín huía de tus labios
y tu sonrisa
se apagaba en el Bosque de Brent cuando soñabas
con la Gran Manzana y su agonía aturdidora
entre los murmullos del río,
entre la angustia de los puertos con el resplandor errático
de las luces de neón que apagaban tu noche
y los oficinistas bostezabansin cadena[ii]
en rebelión constante contra la mediocridad que deslumbraba
en el café de un bar tempranero
donde no se dejaba de hablar con pasión de poesía
y, para justificar el fatalismo de Larkin[iii] con la suya,
de la caída de un equipo y la coronación de su némesis[iv].

Entonces pensabas en los puentes
que ya nunca podrías cruzar
mientras los enterradores se preguntaban
sorprendidos, asustados,
cómo ese cuerpo indefenso y deformado
podía haber sido el objeto
de las más extravagantes fantasías,
de la culminación de la sensualidad
para quienes dejaron que sus sueños
durmieran en la calle
mientras expiraba el tormento de una estrella.

Ya no podías creer en la fragilidad
de un poema que rozaba las alas polvorientas
de la vida en un diario pálido y desordenado
en el que transitaban la soledad y el miedo
cada vez que anhelabas una caricia,
ni en la belleza efímera y díscola de la rosa
de los vientos que nunca quiso indicarte
la dirección adecuada para encontrar un camino.

Ya no podías creer en el amor
que se disfrazaba siempre de deseo,
en palabras hermosas llenas de espinas
ni en una orquídea roja que exaltaba la pasión
mientras llorabas por los cimarrones condenados
al olvido implacable de la nada en su inocencia salvaje
y, más bella que nunca,
resplandeciente en la oscuridad de tu tristeza,
cantabas para los muertos que vagaban
por las ciudades buscando una sonrisa.
Eras una corista ciega cuando cerrabas los ojos
con la mirada abierta,
una esperanza tierna y descarnada
de los espejos que recibían vida y reflejaban muerte.

No supiste adaptarte al ritmo de los astros,
y ahora, en las esquinas olvidadas
que saludan al Hudson desde la barandilla
donde se arrojan las flores
que alguna vez fueron resplandecientes,
trazas una raya negra
para indicar el día que te entregaba los secretos
de tu leyenda amortajada,
la verdad de la calle apenas esbozada
en el corazón de un mito demacrado.
¿Para qué necesitaba cariño y una sonrisa
de complicidad,
aunque no la comprendiera,
la mujer más deseada y envidiada de un tiempo[v]
que nos sigue encadenando?

Nadie recuerda que tuviste un nombre,
que detrás de la cantante callejera
que nunca dejaste de ser
había una mujer perdida en el maquillaje
y la sensualidad de un vestido mal ajustado
para que pregonara la fragancia
exuberante de tus medias y de tu vientre,
una esperanza muerta detrás de cada suspiro,
una sensibilidad que apenas pudo expresarse
y no se instaló en la memoria terrible
de las incomunicaciones con mallas mal definidas
que nos arrasan y nos impiden penetrar
en la ternura melancólica de tu canto.

Ahora quizás desees con fervor
que sea así para siempre
y recomponer bajo una vela trémula los palabras
de amor que no pudiste escribir,
las anotaciones sepultadas bajo el brillo de tu nombre
que no acabarán de despertar nunca.

Tú sabes, como Ford, con quien nunca llegaste a coincidir,
que no importa demasiado quien apretó el gatillo
sino el héroe que queda en pie con una pistola
humeante en la mano
mientras la bestia cae y nunca llega al suelo.


Ya sé que los psiquiatras actuales me regañarán cuando diga que el Nembutal es el somnífero más popular, y ello a pesar de Marilyn.
[ii] C. C. Baxter puede ser un ejemplo de aquel que sueña con ascender en la compañía que trabaja para resultar atractivo a su amor platónico y no le preocupa en absoluto que los Celtics estén tejiendo los mimbres de su dictadura competitiva mientras los Knicks se pierden en su sempiterna indefinición atacante.
[iii] Philip Larkin: posiblemente el mejor poeta inglés del siglo XX. Dijo algo así: “Me gustaría que en los bares se hablara de mi poesía".
[iv] A nadie se le habrá escapado que me refiero a aquel año en que la Agrupación Deportiva y el O’Donnell jugaron en el mismo grupo de tercera división.
[v] Nosotros los de entonces ya no somos los mismos. (Pablo Neruda –


Conmovedor poema a Norma Jean. La creación de Marilyn Monroe como "sex symbol" fue una trampa que marcó a Norma Jean como objeto sexual ( era y es la práctica de publicidad de Hollywood y francamente, de todo producto para consumir) . Logras que pensemos en Norma Jean como ser humano y eso, querido Francisco, eso es humanizante para todo aquel que pueda ver el mecanismo de la industria de personajes ficticios. La vida de Norma fue una tragedia. Su personalidad, su mente, su espiritu quedó prisionero de una fantasía en total oposición con la esencia y el potencial de Norma Jean. Me conmueve que leas con profundidad su historia. La apertura de tu bello poema es una foto de Norma muerta. Consigues mostrarnos la poca importancia de el culto al cuerpo y a la belleza explotada para fines de lujuria y lucro. La iconocidad es un factor relevante siempre porque el ojo físico, sin entrenaiento espiritual, objetiviza y es servil a las superficies y formas. Consigues mostrar que Norma Jean era más, mucho más que su figura typedcast (encasillada). Te felicito por una obra humanizante y bella. Abrazos, ERA
Avatar de Usuario
F. Enrique
Mensajes: 8461
Registrado: Mié, 22 Ago 2012 19:47
Ubicación: Abyla
Contactar:

Re: Mientras el carmín huía de tus labios. (La rabia)

Mensaje sin leer por F. Enrique »

Quiero pensar, Luis, que Marilyn holló la pequeña Manhattan y que su huella quedó marcada para siempre como quedó la de Neil Armstrong en la luna. Ya ves, hoy se vende por un precio desorbitado el afán futurista y un tanto naïf de Warhol, así a veces se manifiesta el pop-art. Debemos recordar que Marilyn sigue vigente y su sueño americano no fue más que una tragedia. La pequeña Norma ya no existía, había sido devorada por el glamour y las pastillas para perder el sueño.

Un abrazo.
***
Unos versos caídos en el cielo de la noche
me recuerdan la soledad del mundo cuando no estás,
la tristeza de una sonrisa que no puede desplegarse
cuando no encuentra el camino de tus labios./align]
Avatar de Usuario
Mirta Elena Tessio
Mensajes: 4155
Registrado: Jue, 06 Nov 2014 16:58
Ubicación: argentina

Re: Mientras el carmín huía de tus labios. (La rabia)

Mensaje sin leer por Mirta Elena Tessio »

F. Enrique escribió: Vie, 02 Abr 2021 11:01
[BBvideo 560,340][/BBvideo]
La última vez que te vi tenías el cuerpo hinchado,
amoratado el rostro, el Nembutal
rebosaba por tu piel
mientras rezabas en silencio con las manos cruzadas
a un anhelante Dios que siempre fue,
para ti, un desconocido,
mientras el carmín huía de tus labios
y tu sonrisa
se apagaba en el Bosque de Brent cuando soñabas
con la Gran Manzana y su agonía aturdidora
entre los murmullos del río,
entre la angustia de los puertos con el resplandor errático
de las luces de neón que apagaban tu noche
y los oficinistas bostezaban sin cadena[ii]
en rebelión constante contra la mediocridad que deslumbraba
en el café de un bar tempranero
donde no se dejaba de hablar con pasión de poesía
y, para justificar el fatalismo de Larkin[iii] con la suya,
de la caída de un equipo y la coronación de su némesis[iv].

Entonces pensabas en los puentes
que ya nunca podrías cruzar
mientras los enterradores se preguntaban
sorprendidos, asustados,
cómo ese cuerpo indefenso y deformado
podía haber sido el objeto
de las más extravagantes fantasías,
de la culminación de la sensualidad
para quienes dejaron que sus sueños
durmieran en la calle
mientras expiraba el tormento de una estrella.

Ya no podías creer en la fragilidad
de un poema que rozaba las alas polvorientas
de la vida en un diario pálido y desordenado
por el que transitaban la soledad y el miedo
cada vez que anhelabas una caricia,
ni en la belleza efímera y díscola de la rosa
de los vientos que nunca quiso indicarte
la dirección adecuada para encontrar un camino.

Ya no podías creer en el amor
que se disfrazaba siempre de deseo,
en palabras hermosas llenas de espinas
ni en una orquídea roja que exaltaba la pasión
mientras llorabas por los cimarrones condenados
al olvido implacable de la nada en su inocencia salvaje
y, más bella que nunca,
resplandeciente en la oscuridad de tu tristeza,
cantabas para los muertos que vagaban
por las ciudades buscando una sonrisa.
Eras una corista ciega cuando cerrabas los ojos
con la mirada abierta,
una esperanza tierna y descarnada
de los espejos que recibían vida y reflejaban muerte.

No supiste adaptarte al ritmo de los astros,
y ahora, en las esquinas olvidadas
que saludan al Hudson desde la barandilla
donde se arrojan las flores
que alguna vez fueron fulgurantes,
trazas una raya negra
para indicar el día que te entregaba los secretos
de tu leyenda amortajada,
la verdad de la calle apenas esbozada
en el corazón de un mito demacrado.
¿Para qué necesitaba cariño y una sonrisa
de complicidad,
aunque no la comprendiera,
la mujer más deseada y envidiada de un tiempo[v]
que nos sigue encadenando?

Nadie recuerda que tuviste un nombre,
que detrás de la cantante callejera
que nunca dejaste de ser
había una mujer perdida en el maquillaje
y la sensualidad de un vestido mal ajustado
para que pregonara la fragancia
exuberante de tus medias y de tu vientre,
una esperanza muerta detrás de cada suspiro,
una sensibilidad que apenas pudo expresarse
y no se instaló en la memoria terrible
de las incomunicaciones con mallas mal definidas
que nos arrasan y nos impiden penetrar
en la ternura melancólica de tu canto.

Ahora quizás desees con fervor
que sea así para siempre
y recomponer bajo una vela trémula los palabras
de amor que no pudiste escribir,
las anotaciones sepultadas bajo el brillo de tu nombre
que no acabarán de despertar nunca.

Tú sabes, como Ford, con quien nunca llegaste a coincidir,
que no importa demasiado quien apretó el gatillo
sino el héroe que queda en pie con una pistola
humeante en la mano
mientras la bestia cae y nunca llega al suelo.


Ya sé que los psiquiatras actuales me regañarán cuando diga que el Nembutal es el somnífero más popular, y ello a pesar de Marilyn.
[ii] C. C. Baxter puede ser un ejemplo de aquel que sueña con ascender en la compañía que trabaja para resultar atractivo a su amor platónico y no le preocupa en absoluto que los Celtics estén tejiendo los mimbres de su dictadura competitiva mientras los Knicks se pierden en su sempiterna indefinición atacante.
[iii] Philip Larkin: posiblemente el mejor poeta inglés del siglo XX. Dijo algo así: “Me gustaría que en los bares se hablara de mi poesía".
[iv] A nadie se le habrá escapado que me refiero a aquel año en que la Agrupación Deportiva y el O’Donnell jugaron en el mismo grupo de tercera división.
[v] Nosotros los de entonces ya no somos los mismos. (Pablo Neruda –

Estimado compañero Enrique, no te estoy salteando, tus poemas son muy largos y merecen toda mi atención
y no puedo hacerlo, tengo el otro que lo copie y lo llevé a mi archivo y ya lo estoy terminando, para hacerte un buen comentario.
Dejo constancia de mi paso por este trabajo y volveré cuando tenga mi ordenador.
Mil disculpas, te dejo un gran abrazo.
Porque después de todo he comprendido
por lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.
Francisco Luis Bernárdez
Avatar de Usuario
F. Enrique
Mensajes: 8461
Registrado: Mié, 22 Ago 2012 19:47
Ubicación: Abyla
Contactar:

Re: Mientras el carmín huía de tus labios. (La rabia)

Mensaje sin leer por F. Enrique »

Tú que alumbraste mi vida, tú que tierna llevabas
la tristeza del mundo en la sonrisa,
la amargura de los vientos del sur en la mirada,
tú que ya no sabes que me amaste una noche fría.
Es difícil pensar que Marilyn no existe para los jóvenes muchachos, esto incide en una enorme proyección al futuro que está a punto de perderse, así como sus interesantes poemas que nadie lee. Apenas quiero verla como culminación del sueño americano y susurrando: ¡Primera dama! Mostrando poca conciencia de la sociedad de clases, olvidando que la suya y la de la gente que conoció en la niñez era media-baja.

Cuando murió yo vivía y no supe de su desaparición. Pasaron los años y pude acercarme a ella con la curiosidad que mostramos ante la quimera de ser poetas. Esa rubia platino desconcertada vive en mí, y muchas veces recurro a ella para que me hable de la América mítica que nunca ha existido, aún veo su biblioteca y pienso que los libros no estaban allí como adorno. Le dejé una carta abierta y nunca he encontrado una respuesta, era más compleja e intelectual de lo que hemos supuesto, a veces a la ligera. La soledad y la muerte se adentraban en sus venas y en su vestido. A veces pensaba que le habría gustado no haber existido nunca.

Gracias, Roxane. Un abrazo.
***
Unos versos caídos en el cielo de la noche
me recuerdan la soledad del mundo cuando no estás,
la tristeza de una sonrisa que no puede desplegarse
cuando no encuentra el camino de tus labios./align]
Avatar de Usuario
F. Enrique
Mensajes: 8461
Registrado: Mié, 22 Ago 2012 19:47
Ubicación: Abyla
Contactar:

Re: Mientras el carmín huía de tus labios. (La rabia)

Mensaje sin leer por F. Enrique »


Estaremos de acuerdo, Mirta, en que "La rabia" no aguanta la comparación con "La glicina" o "Las hermosas banderas" por citar dos poemas de larga extensión, pero el director italiano, ya había rodado Accatone, su ópera prima. Estuvo conmocionado sin duda por la muerte de la cantante callejera y luchó por entregarle un monumento que no se sostiene, pero que tiene muchos puntos de interés, pasando por la brutalidad impía del Mundo Antiguo hasta la desconsideración del Nuevo. La llama pequeña hermana con el objeto de llevarla de la mano a un buen refugio, nada más caro le hubiera sido a la estrella angelina. Respeto y consideración ante una evitable muerte son mostrados por un hombre contradictorio cuya arma más decisiva era la voz, una voz tierna y melodiosa que usó muchas veces para hablar de lo más terrible, de la caída de un tiempo, este nuestro, en la guerra, en los conflictos sociales, el estigma de la inmigración, la lucha por escribir también la historia, los estudiantes luchando brutalmente contra quienes serían ellos mismos al pasar de los años.

La pequeña Marilyn no supo apreciar la suerte de vivir en un país que solo disparaba fuera de casa; la guerra era un asunto de otros mientras se repatriaban los ataúdes de los marines. Pudo vivir de cerca La caza de brujas, pero esta solo mutilaba el talento y las almas de los sospechosos. Se sentía más cerca de ellos de lo que se puede suponer. Creo recordar que, por sus hábitos, era una intelectual aunque a nadie le importe.

Un abrazo, Mirta. Muchas gracias.
Última edición por F. Enrique el Dom, 11 Dic 2022 13:56, editado 1 vez en total.
***
Unos versos caídos en el cielo de la noche
me recuerdan la soledad del mundo cuando no estás,
la tristeza de una sonrisa que no puede desplegarse
cuando no encuentra el camino de tus labios./align]
Avatar de Usuario
F. Enrique
Mensajes: 8461
Registrado: Mié, 22 Ago 2012 19:47
Ubicación: Abyla
Contactar:

Re: Mientras el carmín huía de tus labios. (La rabia)

Mensaje sin leer por F. Enrique »

Ya sé que Marilyn está muerta y que los nuevos muchachos han aprendido a no mirar hacia atrás demasiado pronto.






1

Marilyn respira y se toca el costado
después de rezar por la alegría perdida,
después de haber cogido con la mano
la democracia de la Nueva Frontera,
abre su bolso
y no busca el pintalabios
para impregnar sus besos en los escaparates
de los bazares desquiciados
del Paseo de las Palmeras
donde se exhiben sin rabia y sin latido
las conchas y los pecados
de los mares del Sur embaucadores
y lejanos
y los gatos se visten de azul cuando el viento
acaricia el Norte de la bahía innortado,
sino para dibujar en las paredes
de una calle sin salida
el aullido recitado
en las paredes donde mueren los versos de Ginsberg
donde los derechos civiles no habían regresado
con los santos
que se fueron de paseo,
para dejar su huella de carmín en los besos empantanados
en las aguas someras,
superficiales del atracadero de las horas muertas y su pasado,
donde duermen los viejos marineros
que no volverán
a cruzar el foso del suicida cruel y enamorado,
donde sueñan los niños
desde las varandales descosidos y planos
cuando hacen robona
y juegan a las cartas
con mujeres desnudas con un pecho tatuado.

2

Yo sé que Marilyn se siente confundida en este puente,
como esa mirada triste y miope que escruta
las facturas dolorosas que siempre se pagan,
como esa voz sin destino que se ahoga en un vaso de ginebra,
como esas manos temblorosas
que ya no escriben poemas de amor y esperanza
entre las flores que huelen a silencio
cuando se depositan en una lápida sin nombre
sino anotaciones en las hojas
de la novela que Camus no pudo terminar mientras ella la leía.

Un abrazo.
***
Unos versos caídos en el cielo de la noche
me recuerdan la soledad del mundo cuando no estás,
la tristeza de una sonrisa que no puede desplegarse
cuando no encuentra el camino de tus labios./align]
Avatar de Usuario
Ana García
Mensajes: 3011
Registrado: Lun, 08 Abr 2019 22:58

Re: Mientras el carmín huía de tus labios. (La rabia)

Mensaje sin leer por Ana García »

Qué lucha más grande tuvo que tener esta mujer, mostrando únicamente su belleza y escondiendo la superdotación intelectual que era más grande que su cara bonita, su sonrisa perfecta o sus ojos miopes.
Sus ganitas de ser querida por lo que era se vieron borradas por los deseos que despertaba. ¡Cachis!
¿Hubiera sido más feliz si se hubiera quedado con su inteligencia solamente? No lo creo. En muchos casos se desarrolla ese C.I. en detrimento de la inteligencia emocional.
Muy interesante este post.
Un abrazo.
Avatar de Usuario
F. Enrique
Mensajes: 8461
Registrado: Mié, 22 Ago 2012 19:47
Ubicación: Abyla
Contactar:

Re: Mientras el carmín huía de tus labios. (La rabia)

Mensaje sin leer por F. Enrique »

Ana García escribió: Jue, 26 May 2022 19:10 Qué lucha más grande tuvo que tener esta mujer, mostrando únicamente su belleza y escondiendo la superdotación intelectual que era más grande que su cara bonita, su sonrisa perfecta o sus ojos miopes.
Sus ganitas de ser querida por lo que era se vieron borradas por los deseos que despertaba. ¡Cachis!
¿Hubiera sido más feliz si se hubiera quedado con su inteligencia solamente? No lo creo. En muchos casos se desarrolla ese C.I. en detrimento de la inteligencia emocional.
Cara y cruz

Vida: soy de tu cara y tu cruz.
Casi siempre
colgada boca abajo,
pero fuerte como una telaraña al viento.
Mi corazón arde,
pero yo soy escarcha fría resplandeciente.


Los puentes

Me gustaría estar muerta.
Me gustaría no haber existido.
Me gustan los puentes,
especialmente el de Brooklyn,
tan tranquilo a pesar
del rugido de los automóviles
debajo de los pies de los transeúntes.
Pero no hay ningún puente feo.
Quizá alguno no demasiado alto.


Piedras

Piedras en el camino.
Son de todos los colores.
Yo las miro desde lo alto,
Pero sois vosotros
las que estáis más arriba
en un mundo perfecto
del que algún día yo
formaré parte.


Cuerpo y alma

Por mucho que acaricie tu cuerpo,
nunca llegaré hasta tu alma.
Aunque los que a mí me gustan
son más bien cuerpos desalmados.
En cambio yo,
no os lo vais a creer,
a veces tengo la sensación
de que soy un alma sin cuerpo.

(Marilyn Monroe)
Ella ahora está en la poca gente que la recuerda e insite en su glamour porque si algo hemos aprendimos en lo que llevamos de siglo es a enterrar lo bueno y hacer vivir lo malo en nuestras aspiraciones. No he leído mucho sobre Marilyn por devoción o para provocar su recuerdo. más bien estaba interesado en la América de los 60, esta atravesaba un buen momento para la poesía que progresaba a pesar del ambiente asfixiante que declaró la Guerra Fría. Ella no pretendía aportar nada a aquel esplendor que erguía su calidad desde las cavernas, de hecho no se tomó en serio su presencia como poeta, la poesía pertenecía a otros.
***
Unos versos caídos en el cielo de la noche
me recuerdan la soledad del mundo cuando no estás,
la tristeza de una sonrisa que no puede desplegarse
cuando no encuentra el camino de tus labios./align]
Responder

Volver a “Foro de Poemas”