Editorial Alaire

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Sé que nadie lo nota.
Camino por las calles
golpeadas de años
con una esfera ardiente en la garganta.

Mi pelo se acobarda.
Palidece junto a los hospitales,
con su olor a pasillo
y su negro ruido de ventanas

Se riza entusiasmado
si identifica un parque con palmeras,
pensamientos y flores como niños.

Los pies duelen despacio
por el peso de tanta mariposa
de okupa en mis pulmones.

Estoy naciendo
- ahora-
en cada crepitar de las luciérnagas
disfrazadas de sólidos tranvías.

Vomito calabazas
con su princesa dentro
a punto de volverse a los fogones
con delantal bordado
de cuadros rojos y esposo oficinista.

Me traga sin complejos
el tren de cercanías,
como un gusano de novela pulp
que se muestra incapaz de digerirme
y enseguida me escupe.

Entro en el ascensor como un fantasma
que devuelve, tiránico, el espejo
- tan sabio y tan sincero-
y ni él se da cuenta
que soy un libro de poemas
encuadernado en piel humana.

Josefa A. Sánchez escribió:.


Sé que nadie lo nota.
Camino por la calles
golpeadas de años
con una esfera ardiente en la garganta.

Mi pelo se acobarda.
Palidece junto a los hospitales,
con su olor a pasillo
y su negro ruido de ventanas

Se riza entusiasmado
si identifica un parque con palmeras,
pensamientos y flores como niños.

Los pies duelen despacio
por el peso de tanta mariposa
de ocupa en mis pulmones.

Estoy naciendo
- ahora-
en cada crepitar de las luciérnagas
disfrazadas de sólidos tranvías.

Vomito calabazas
con su princesa dentro
a punto de volverse a los fogones
con delantal bordado
de cuadros rojos y esposo oficinista.

Me traga sin complejos
el tren de cercanías,
como un gusano de novela pulp
que se muestra incapaz de digerirme
y enseguida me escupe.

Entro en el ascensor como un fantasma
que devuelve, tiránico, el espejo
- tan sabio y tan sincero-
y ni él se da cuenta
que soy un libro de poemas
encuadernado en piel humana.

Vuelas alto, haces piruetas en el aire, buceas en el cielo poético y nos traes esta exuberante belleza al dolor, al cansancio, a la rutina, a la invisibilidad de todo cuanto vibra dentro de la gente. Mi admiracion y respetos, Pepa. Un abrazo, ERA.

Excelente poema que se degusta cercano y bello. Mis felicitaciones y abrazo, Pepa.

(creo que este "... de ocupa" se escribe con k, y en todo caso lo hace más estético y actual)

Cuanto sentido tiene el poema Pepa. Tu sensibilidad puede escribir estas cosas, por vividas, por sentidas... y hacérnoslas sentir a los demás.
Me encanta como está escrito, ese verso corto y sincero cargado de inventos que implosionan el mensaje.
Un placer leerte querida amiga

Extraordinario, Pepa. Todos tus poemas son excelentes, pero a mí este me ha parecido muy singular. Se atropellen en mi boca los calificativos elogiosos y al final solo me queda un ruego: no nos faltes nunca.
Besos, abrazos, aplausos y felicitaciones.

Jerónimo

Ves, miras algo, y solo a veces notas que se acumula, que pesa en ti. Te hablan, escuchas y puede suceder lo mismo; lees, percibes, y parece que todavía pesa más lo dicho porque te impregna. Así sucede con el Arte, y aquí en este poema sucede.

Te impregna de acobardamiento, de entusiasmo, de cansancio e ilusiones, de la voluntad de renacimiento; de angustia, del reflejo en el espejo que se nos echa encima y la conciencia nos descubre frágilmente humanos, llenos del propio sentido que el espejo no refleja. Impregna este poema no por lo expresado sino por cómo es expresado: ¿Demasiadas cosas a la vez? No. Están dosificadas, perfectamente compartimentadas y a la vez hiladas en un todo sensible. Da ocasión y tiempo a percibir cada sensación sin agolparse en un maremágnum confuso, cada sensación se hace sencillamente comprensible como parte del conjunto sentido.

La máquina de hacer poemas necesita que los materiales hayan sido previamente adecuados para poder tratarlos; compilarlos hasta llegar a encuadernarlos en uno mismo tal como indica el título.
Así ha debido ser en este tiempo que has estado detrás del telón, Josefa. Me alegra verte. Felicidades.

Un abrazo.
Ignacio

Josefa A. Sánchez escribió:.


Sé que nadie lo nota.
Camino por la calles
golpeadas de años
con una esfera ardiente en la garganta.

Mi pelo se acobarda.
Palidece junto a los hospitales,
con su olor a pasillo
y su negro ruido de ventanas

Se riza entusiasmado
si identifica un parque con palmeras,
pensamientos y flores como niños.

Los pies duelen despacio
por el peso de tanta mariposa
de ocupa en mis pulmones.

Estoy naciendo
- ahora-
en cada crepitar de las luciérnagas
disfrazadas de sólidos tranvías.

Vomito calabazas
con su princesa dentro
a punto de volverse a los fogones
con delantal bordado
de cuadros rojos y esposo oficinista.

Me traga sin complejos
el tren de cercanías,
como un gusano de novela pulp
que se muestra incapaz de digerirme
y enseguida me escupe.

Entro en el ascensor como un fantasma
que devuelve, tiránico, el espejo
- tan sabio y tan sincero-
y ni él se da cuenta
que soy un libro de poemas
encuadernado en piel humana.

Qué suerte leerte, Pepa! pues nada, a disfrutar ahora que se han abierto las páginas del poemario y salen maravillas como las que aquí nos dejas, para que las degustemos en un domingo como este.
Un lujo siempre abrir esta ventana.

Un abrazo.

Muy bello trabajo, amiga Pepa, que significa un retorno tuyo por todo lo alto.
Felicidades.
Abrazos.

Gracias, ERA, por la lectura que haces del poema y el comentario tan generoso que aqui dejas.
Un abrazo.
Pepa

Gracias, Luis, por regalarme un comentario tan amable y hacerme notar lo de la "k". Ya está resuelto.
Un abrazo.
Pepa

Me identifica mucho este poema, Josefa.
Tiene detalles algo forzados para mi gusto.
Pero sin duda el discurso es grácil y cautivador.
Todo para aquel que escribe igual de franco como vive.

Qué bonito, Pepa. Vuelves, como no podía ser de otra manera, con un trabajo bellísimo y plagado de versos extraordinarios. Me encanta la delicadeza con que está redactado, y ese cierre contundente y claro.
Te felicito y celebro volver a encontrar tu fantástica poesía.
Un fuerte abrazo

Josefa A. Sánchez escribió:.


Sé que nadie lo nota.
Camino por las calles
golpeadas de años
con una esfera ardiente en la garganta.

Mi pelo se acobarda.
Palidece junto a los hospitales,
con su olor a pasillo
y su negro ruido de ventanas

Se riza entusiasmado
si identifica un parque con palmeras,
pensamientos y flores como niños.

Los pies duelen despacio
por el peso de tanta mariposa
de okupa en mis pulmones.

Estoy naciendo
- ahora-
en cada crepitar de las luciérnagas
disfrazadas de sólidos tranvías.

Vomito calabazas
con su princesa dentro
a punto de volverse a los fogones
con delantal bordado
de cuadros rojos y esposo oficinista.

Me traga sin complejos
el tren de cercanías,
como un gusano de novela pulp
que se muestra incapaz de digerirme
y enseguida me escupe.

Entro en el ascensor como un fantasma
que devuelve, tiránico, el espejo
- tan sabio y tan sincero-
y ni él se da cuenta
que soy un libro de poemas
encuadernado en piel humana.

El genio de Pepa en acción. Pepa escribe, no le queda más remedio, porque ha nacido para ello. Tiene el don innato de la poesía. Esto es así. Nosotros lo que podemos hacer es sentarse a leer y abrir la boca, disfrutando y mojando pan.

Un bico, Pepiña.

Un poema excelente, Pepa. Ha sido un placer leerlo. Abrazos.

Josefa, esa magia tuya, llega y cala, muy bello, gracias amiga, un saludo.