Tela de araña

[Ana García]

Logras esta singular alegoría de la vida, Ana. Un poema inteligente y para mi, triste. La araña como símbolo de Vida (Creación, fertilidad y sexo) por su capacidad para la construcción de telas orbiculares a partir de sí misma, pero también de muerte (guerra y destrucción) por su capacidad predadora y la toxicidad de su veneno. Es un poema de gran potencia y sugerencia. Un abrazo, ERA

Tiene una parte muy triste, sí. Nos enseñan a comer antes de ser comidos o nos comen y es difícil salir de esa tela de araña. Miedo a esa sensualidad silenciosa.
Gracias por tu lectura y comentario.
Un abrazo.

[Rafel Calle]

Los mejores poemas de Ana García en Alaire.

[Ana García]

Los mejores poemas de Ana García en Alaire.

Muchas gracias Rafel. Fue divertido escribir esta serie dedicada a las arañas tanto en prosa como en verso.
Un abrazo.

[Morales]

Servir de alimento después sería motivo secundario de alegría.

[Ana Muela Sopeña]

Increíble poema que leí y comenté en su momento, Ana:

Ahora lo he vuelto a leer y me ha sorprendido. La verdad es que me ha parecido mejor todavía que cuando lo leí en la primera ocasión..

Una alegoría fantástica de la labor arácnida del ser humano.

Enhorabuena y...
Aplausos
Un beso grande
Ana

[Armilo Brotón]

Jajajaja, me parto. El filósofo Morales aparece vendiendo pankeques y engranajes planeterios: es un crack!
Besazo

[Marisa Peral]

La caricia es mentira, el amor es mentira, la amistad es mentira.
Los fantasmas del deseo, Luis Cernuda.

No puedo abordarlas.
Apenas las miro me invade
algo parecido a la excitación sexual,
ellas son yo.
No puedo supeditar mi deseo
a su supervivencia.
Es algo tan complejo
como simple y pueril.

Un pavor que deja mi madurez
a la altura del betún.
Pero que desvela mi fuerza
si la ponen a prueba.

Tal vez no me vea reflejada en ellas,
sino en las victimas que sucumben
en el laberíntico tejido.

¡Ojalá entraras a saco en esta mañana rutinaria!

Me envuelvo en una atmósfera
que impregna los sitios
más recónditos de mi piel
—bocanadas largas y sensuales—
y espero a que caiga la presa
en el poder de mi telaraña
que disfrazo de melancolía.

Que soy un sueño, amor
tú ya lo sabes
y en esta mañana helada
tengo frío.

La palabra falsa rezuma de vacía
—la vida es una queja que prosigue, tan falsa—
en el final que nació entre tú y yo.

Pues a mi se me escapó esta joya impresionante, gracias por el rescate.
Todo el poema es para guardar y aprender.
Felicidades y gracias por tus letras, Ana.
Un montón de besos, que siempre vienen bien.

[Ana García]

Servir de alimento después sería motivo secundario de alegría.

Y yo pensando que conocía a todos los habitantes del Corumelo. ¡Qué ilusa! Y qué susto me he llevado esta mañana con el anuncio de los panqueques.
Gracias por el rescate, Sr. Morales.
Encantada de conocerte. Estas arañitas...

[Ana García]

Increíble poema que leí y comenté en su momento, Ana:

Ahora lo he vuelto a leer y me ha sorprendido. La verdad es que me ha parecido mejor todavía que cuando lo leí en la primera ocasión..

Una alegoría fantástica de la labor arácnida del ser humano.

Enhorabuena y...
Aplausos
Un beso grande
Ana

Es un placer saberlo, Ana. A veces los poemas pueden parecer desgastados.
Agradezco tu nuevo paso por estos versos.
Un beso enorme.

[Ana García]

Jajajaja, me parto. El filósofo Morales aparece vendiendo pankeques y engranajes planeterios: es un crack!
Besazo

¿Es un hombre práctico?
Vamos a ver cómo se desenvuelve por los alrededores.
Besazo.

[Ana García]

La caricia es mentira, el amor es mentira, la amistad es mentira.
Los fantasmas del deseo, Luis Cernuda.

No puedo abordarlas.
Apenas las miro me invade
algo parecido a la excitación sexual,
ellas son yo.
No puedo supeditar mi deseo
a su supervivencia.
Es algo tan complejo
como simple y pueril.

Un pavor que deja mi madurez
a la altura del betún.
Pero que desvela mi fuerza
si la ponen a prueba.

Tal vez no me vea reflejada en ellas,
sino en las victimas que sucumben
en el laberíntico tejido.

¡Ojalá entraras a saco en esta mañana rutinaria!

Me envuelvo en una atmósfera
que impregna los sitios
más recónditos de mi piel
—bocanadas largas y sensuales—
y espero a que caiga la presa
en el poder de mi telaraña
que disfrazo de melancolía.

Que soy un sueño, amor
tú ya lo sabes
y en esta mañana helada
tengo frío.

La palabra falsa rezuma de vacía
—la vida es una queja que prosigue, tan falsa—
en el final que nació entre tú y yo.

Pues a mi se me escapó esta joya impresionante, gracias por el rescate.
Todo el poema es para guardar y aprender.
Felicidades y gracias por tus letras, Ana.
Un montón de besos, que siempre vienen bien.

Gracias a ti, Marisa, por leerme y comentar. Es un poema viejito ya.
Un fuerte abrazo.